Cuando me enteré del fallecimiento de una de las actrices del film Las chicas de la Cruz Roja en donde interpretaba el personaje de una muchacha de la época, es decir, de la era ñoña implantada por los gustos o normativas del momento, me enamoré de ella por su belleza, su pelo pelirrojo y su modo de insinuar, de caminar y mirar a la cámara, es decir, al público. Y así siendo yo mismo uno más en el mundo del espectáculo un joven pianista, acostumbrado a trabajar con bellas féminas, no pude evitar no solo el pesar, sino una lágrima por Katia Loritz, una gran actriz que había fallecido el 16 de este bochornoso agosto, tenía 83 años y había estado plantando cara al cáncer del pulmón, sin tratamientos y con ese valor y desplante de bella, sensual y provocativa que la hacía destacar entre tanta censura como había, demostrando ser una mujer fuerte.

Ni corto ni perezoso me dediqué a investigar su filmografía, y apareció su primera película titulada Manos sucias, en donde al visionarla aparecieron todos sus encantos que se adivinaban en otras de sus interpretaciones a la moda, o sea El día de los enamorados. En la película mencionada, dirigida por José Antonio de la Loma en 1956, Manos sucias, tenía como compañeras a actrices como la llorada María Martín, que el aficionado recordará por sus desnudos, también estaba Carmen de Lirio, la famosísima vedette de entonces, y Mercedes Vecino. Sin embargo, el camisón que luce en este film Katia Loritz destaca, por su forma y modo de llevaro, sus caracerísticas posteriores, que dirían entonces de actriz «de rompe y rasga», con su provocativa forma de trabajar.

Su verdadero nombre era Margrith Anna Loritz y había nacido en Arbon (Suiza), estudió arte dramático en Alemania y Bellas Artes en Roma, antes de establecerse en nuestro país.

Después de su debú, ya en 1956, con la citada Manos sucias actuaría en comedias de aquel tiempo, sencillo divertimento, como El día de los enamorados. dirigida por Fernando Palacios (1959). Siguen Pescando Millones de Manuel Mur Oti, el siguiente año aparecía en Amor bajo cero de Ricardo Blasco, Melodías de hoy de José Mª Elorrieta, Mi calle de Edgar Neville, en 1961 vendría Don José Pepe y Pepito de Clemente Pamplona y en 1962 Tú y yo somos tres de Rafael Gil. A este género se le fueron mezclando dramas como El príncipe encadenado, de corte histórico, policiales como A hierro muere de M. Mur Oti y Luis Saslawski (1961), etc. En 1962 protagonizó una de las más memorables escenas del cine español en Atraco a las tres, seduciendo a José Luis López Vázquez bajo la dirección de José Mª Forqué.

Katia Loritz también intervino en el género de vodevil, o revista, llegando a ser la estrella de un musical junto a Tony Leblanc. Era 1965, cuando dejó el escenario y se dedicó a las Bellas Artes, hasta que el director Pedro Almodóvar la convenció para efectuar una breve, pero extraordinaria, escena en el film ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, ya en 1984.

Katia Loritz no cabe duda, ha hecho mucho por el cine español y la revista, al igual que las Bellas Artes, por tanto se merece ste humilde homenaje... y mucho más.