¿Qué MuVIM quiere?
Un MuVIM que recupere un proyecto museístico singular. No puede ser que, como en la última etapa, parezca competir con el IVAM. Y queremos cambiar la idea „sirve para todos los museos„ del contenedor cultural cerrado, que sea un centro que multiplique la proyección hacia el exterior. Ahora la montaña ha de ir a Mahoma.
¿Recuperar el MuVIM de Romà de la Calle, en resumen?
Su filosofía, no diría ya la de Romà, sino la del equipo que encontró y motivó. Recuperar ese espíritu y, más que declarar que ha habido un paréntesis, impulsar una nueva fase con una nueva dirección.
¿La singularidad significa un museo dedicado a un periodo o a una disciplina concreta?
La singularidad va vinculada a la filosofía de museo de las ideas. El proyecto que presentaremos en breve trabaja eso fundamentalmente: que la gente sepa que tiene un museo que le va a hacer pensar, porque la base fundacional de la Ilustración y la Modernidad da mucho juego.
¿Y Francisco Molina no es el adecuado para ese giro? ¿No será por ser próximo al PSPV?
No, no, no? A Molina, como a muchos otros, se le ha pedido un proyecto de museo y? digamos que lo que presentó no llegaba a ser exactamente lo que pretendíamos. A veces estar mucho tiempo junto a determinadas formas de trabajar influye.
¿Pero sabe quién va a ser el nuevo director?
Sí. Y no puedo hablar mal en absoluto de Molina. Tiene una trayectoria reconocida, creo que hemos creado una complicidad y que va a estar de forma activa en el nuevo proyecto con otra responsabilidad.
¿El nuevo director será de la casa o de fuera?
Solo puedo asegurar que queríamos que fuera una persona de consenso en el equipo de gobierno. Lo fundamental es que también significa una nueva forma de gestión de museos, aunque algunos no lo entiendan. Nuestra misión es evaluar el proyecto y dar total independencia, sin ningún tipo de orientación, a esa dirección. Los diputados no han de entrar en si se hace una u otra exposición y si han de aparecer unas obras u otras.
¿Y cómo va de facturas en los cajones?
Soy seguidor de las transiciones amables. Hemos detectado defectos gordos, por no decir graves, pero la ciudadanía está pidiendo ahora no que saquemos facturas, sino que superemos una época y unas formas lo más rápido posible y con elegancia.
¿El límite de la amabilidad es la ilegalidad?
Es que en la gestión cultural, por ejemplo, te encuentras con un pueblo pequeño con un número sorprendente de empresas que todas emiten facturas diferentes para una misma gestión. ¿Eso es delictivo? Si es reiterado, tal vez nos planteemos ir más allá, pero no hablamos de millones de euros. Lo estamos valorando.
¿La idea del Museu Nacional Valencià fructifica?
Creo que al País Valenciano le hace falta. Es necesario, pero no sé si como un único contenedor o como una marca que englobe diferentes centros, con uno de referencia. Si no hubiéramos encontrado un proyecto que recuperara la singularidad del MuVIM, nos hubiéramos planteado que este contenedor fuera la madre del Museu Nacional Valencià. Ahora este no se descarta, pero será a más largo término.
¿Y el Museu d'Etnologia continuará entonces como tal?
Lo que muestra es la veinteava parte de lo que conserva. Los fondos son una verdadera joya y hay que ponerlos en valor. La idea de Museu Nacional sería una base, pero hemos de buscar fórmulas, como la colaboración con museos locales, para trasladar mucho de lo que tenemos.
Y con un nuevo director, ¿no?
Sí. Es la misma circunstancia y tesitura del MuVIM y Molina.
Y queda la Institució Alfons el Magnànim (IAM)?
Es el gran reto, porque está en peores condiciones. Algunos del PP se ensañaron con ella y otros no tuvieron capacidad para recuperar lo que fue en sus inicios. Hoy está muy deteriorada con poco personal y un desprestigio total de la revista Debats; publicaciones sin unidad, un premio de novela negra en castellano?
¿Habrá cambios en los premios Valencia entonces?
Sí, pero la nueva dirección determinará. Esta tardará más porque es una plaza reservada a funcionarios y vamos a sacar un concurso rápido para cubrirla. Me parece bien, porque a la larga es lo que queremos con todas.
No es competencia plena suya, ¿pero cree que la diputación habría de recuperar la gestión del Teatro Principal?
Personalmente creo que no es competencia propia de la diputación. Si podemos facilitar que la Generalitat tenga un recinto para programar, encantados, independientemente de la titularidad del edificio y de que se pueda transferir en un futuro. Eso dice la lógica a medio o largo plazo.
