Será una melodía renqueante, como de primeras pedaladas sin ruedines. Al viejo piano con el que ensayaba Iturbi aún le quedan teclas que afinar pero el próximo viernes 25 de septiembre, coincidiendo con el inicio del concurso que lleva su nombre, el instrumento recuperará la voz. Ha estado escondido en La Beneficència desde que fue trasladado de Estados Unidos, mientras se realizaban trabajos de restauración, y a partir de la semana que viene, según informaba ayer el diputado provincial Xavier Rius, se exhibirá este piano vertical espineta con la firma estampada del propio maestro, en la sala Alfons el Magnànim del museo.

El viernes de su presentación una pianista se sentará para arrancarle un puñado de notas y homenajear así al benefactor que ha donado el instrumento a la Diputación de Valencia, el americano Doug Lynn. El melómano donante, de Connecticut, heredó este instrumento que había dado tumbos por todo el continente americano después de dejar de sonar para Iturbi, quien lo utilizaba durante sus estancias en Nueva York, concretamente en el Hotel Plaza, para ensayar sus conciertos con la Filarmónica, de la que era director. De Nueva York viajó a la ciudad de Stamford, Connecticut, donde cambió de dueño por penúltima vez cuando la familia que lo poseía se dio cuenta de que no tenía espacio para él en casa. Así es como acabó en manos de Lynn.

Fue él quien se puso en contacto con la Diputación de Valencia al conocer el concurso —presentado ayer— que lleva el nombre del músico. Tras informarse del certamen decidió ceder el instrumento a la ciudad. Así, la pasada primavera el piano vertical espineta cruzaba medio mundo hasta Valencia, donde la semana que viene se cerrará el círculo con unas escurridizas notas.

23 aspirantes de 12 países en la XIX edición del premio

«Quiero ver el alma del artista, no pruebas atléticas». El director artístico del Premio Iturbi, Joaquín Soriano, presentaba así el certamen bienal. De las ochenta solicitudes, un jurado internacional seleccionó a 23 aspirantes que tocarán piezas de Chopin o Ravel en dos rondas antes de que el jurado se pronuncie. Entre los concursantes hay tres españoles, aunque ningún valenciano, y el ganador se llevará 18.000 euros. Xavier Rius anunció que se están estudiando fórmulas para llenar el año de barbecho del certamen con actividades relacionadas. a. z. valencia