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Novela

"La historia de la musa de Prokófiev es la del siglo XX"

Reyes Monforte publica «Una pasión rusa», sobre la cantante española Lina Codina, con la que ha ganado el premio Alfonso X de novela histórica

"La historia de la musa de Prokófiev es la del siglo XX"

Como Gala o como Marianne Faithfull. A Lina Codina una placa de Madrid la recuerda como la «musa» del compositor Serguéi Prokofiev, un lugar subsidiario que Reyes Monforte se apresta a matizar: «En España se la recuerda así pero en Rusia, Nueva York, Alemania o Francia saben que fue más que la mujer del artista». Lo dice con conocimiento de causa, tras cuatro años de inmersión en la figura de la cantante madrileña que convivió con la élite cultural de principios del XX, y que han dado como resultado Una pasión turca, novela que ya por la segunda edición tras llevarse el Alfonso X el Sabio de novela histórica.

«Pero qué ha hecho este ruso para merecer estar contigo», le reprochaba Picasso a la protagonista de la novela. Hemingway, Ravel, Gertrude Stein y Coco Chanel. Todos ellos desfilaron como actores secundarios por la vida de Codina, que un día quiso ser soprano, pero su carrera colapsó antes de empezar, engullida por el miedo escénico. Desde entonces asumiría el papel de compañera de Prokófiev, junto con quien se instauró en el paisaje de la alta cultura del París de los años veinte, el que transcurría como filmado por Woody Allen. «Eran la pareja de moda. Lina convenció a Serguéi para que hiciera Pedro y el Lobo. Fue Rubinstein quien les dijo que fueran a París: ?Allí hay una revolución que ni la rusa?», relata la escritora.

Monforte se encontró a Lina buscando cobertura en el móvil. «Había quedado a comer con unos amigos; ellos llegaban tarde y necesitaba hacer una llamada. Dentro del restaurante no podía. Salí y en la fachada de enfrente estaba la placa que recordaba a Lina», recuerda la autora. Fue hace unos cuatro años. Monforte se guardó el nombre en el bolsillo y al poco empezó a tirar del hilo. Descubrió entonces que la muchacha del cartel, la musa del genio, tenía una biografía que inexplicablemente se le había escurrido a Hollywood. «La historia de Lina es la del siglo XX, con sus luces y sus sombras», sentencia Monforte.

Porque si la primera parte de la biografía de Codina fue un pasaje de El gran Gatsby, la segunda permitió a la escritora bucear en las miserias del estalinismo: Codina fue apresada en Rusia, a donde había regresado el matrimonio atraído por las promesas del dictador. Acusada de conspiración, sería torturada en la cárcel de Lubianka y finalmente trasladada a un gulag. «He accedido a sentencias de entonces y los juicios eran absurdos; Stalin tenía fijación contra los artistas», narra Monforte.

Un proceso terapéutico

La pesadilla de la protagonista no acabaría hasta 1956, momento en el que Monforte cierra el relato. Dice la escritora que aún no ha sido capaz de desengancharse de su personaje. «Como la historia de Lina no he encontrado ninguna», confiesa. La protagonista de su novela ha sido un bastón en una etapa especialmente dura para Monforte, tras la muerte de su compañero, el actor Pepe Sancho: «La escritura implica soledad y creí que iba a ser muy duro, pero he estado acompañada: de Picasso, de Hemingway, de Lina. ¿Una catarsis? Sí, ha sido un regalo, una terapia».

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