Los valencianos vivimos un treinta por ciento peor que hace siete años. Noten cómo el porcentaje fija el retrato de una sociedad empobrecida. Eso es, al menos, lo que expone el informe elaborado por The Ostelea Business School of Tourism & Hospitality, centro universitario con sede en Barcelona, especializado en la industria del turismo y el ocio, que en sus introducción advierte: «El sector de ocio y cultura representa una partida importante en el gasto de los hogares en países desarrollados, y una buena medida del grado de sofisticación de su economía y calidad de vida de sus ciudadanos».

Sofisticación de la economía y calidad de vida. Atendiendo a estos dos parámetros, la Comunitat Valenciana figura entre las más devastadas por la crisis. En nuestro territorio, el gasto en ocio y cultura „una abstracción que los responsables del estudio han tratado de bajar del mundo de las ideas, ha caído un 32 % desde 2008, agudizando la crisis en siete puntos sobre la media estatal.

Las cifras las pueden constatar en el cuadro junto a estas líneas, pero llevadas a la intimidad significa que el valenciano medio gasta unos 250 euros menos en este área, en el que las vacaciones se mezclan con una tarde de cine y la compra de un televisor con el cuidado de su mascota. En un plano detalle, observamos que en 2008 los valencianos gastamos un total del 550 millones en libros y prensa, mientras que en 2014 la cifra se redujo a 394 millones; en el área de servicios recreativos y culturales (visita al museo, cines, conciertos...) el consumo se ha desplomado más de 400 millones.

En el cómputo global, Valencia tiene a Andalucía como compañera de penurias, solo superadas ambas por las cifras abisales de Ceuta y Melilla. Pero, más allá de la brecha abierta durante estos años, queda por analizar el presente y sus expectativas. No son, tampoco, demasiado buenas. En el contexto del publicitado cambio de tendencia „el final de la crisis„ en la Comunitat sigue cayendo el gasto. Y aquí es donde nos quedamos prácticamente solos. Mientras en territorios como Navarra el consumo en este área ha empezado remontar el vuelo con doce puntos de recuperación (la media española se incrementa apenas dos décimas), aquí se registra un 10 % de descenso del gasto, una caída en la que apenas nos secunda La Rioja, que roza los diez puntos de desplome. Pese a todo el valenciano es el cuarto territorio que más aporta tras Madrid, Cataluña y Andalucía.