A los intérpretes valencianos no les convence la política de artes escénicas impulsada por el nuevo Ayuntamiento de Valencia encabezado por Joan Ribó. El sindicato de actores y actrices (AAPV) se felicita por la reapertura del Teatre El Musical (TEM) y por la reactivación del Cabanyal, pero «basar la política teatral en la pura exhibición de espectáculos en fin de semana», dicen, sin producir nada propio, solo con la exhibición de espectáculos importados de otros lugares, lo que hace es «nutrir las políticas culturales de otras comunidades».

El nuevo presidente de AAPV, Ximo Solano, compara la programación del TEM, donde la producción valenciana es escasa, con la de otros recintos municipales, como Rambleta, «donde no se hace producción propia y tres millones anuales se aprovechan en realidad para subvencionar sobre todo el teatro comercial de Madrid».

Tampoco se salva de la crítica Las Naves: «Ni se hace producción propia ni los periodos de exhibición están a la altura de la importancia de la ciudad». En este sentido, el sindicato defiende teatros abiertos cinco o seis días a la semana, no la exhibición durante uno o dos días del fin de semana, como se está imponiendo, en un proceso de «inflación» de espectáculos.

Los actores piden asimismo una dirección artística para los teatros y no la figura del «coordinador». Al tiempo cuestionan la «injusta» política de precios populares, porque se «minusvalora el trabajo» de intérpretes y compañías, y se hace competencia desleal a otras salas.

La contundente toma de posición de AAPV no tiene destinatario con nombre propio, aunque subyace la presencia de Ximo Flores como asesor de la concejalía de Acción Cultural, en manos de Podemos.