Durante alrededor de dos horas y media, José Ramón Márquez, Ramoncín, contestó ayer a las preguntas del fiscal de la Audiencia Nacional, donde se inició el juicio en el que se acusa al cantante de urdir, junto a tres directivos de la SGAE, una trama de emisión de facturan falsas.

Uno por uno, Ramoncín fue explicando los proyectos que presentó a José Luis Rodríguez Neri, acusado también en este proceso, la motivación de cada uno de ellos y lo que cobró, en lo que consideró una transacción normal por trabajos en los que él aportaba especialmente su «talento».

«Hay una cosa que se llama talento y aporta el creador, y en este caso el que aporta el talento soy yo», afirmó, además de asegurar que él era un talento que la SGAE «no podía dejar marchar porque sí. Conocía los mecanismos y les venía muy bien que continuara por los conocimientos que tengo».

Ramoncín está acusado de urdir una trama de emisión de facturas falsas, por la que se sustrajeron 57.402 euros a la Sociedad de Autores, hechos por los que la Fiscalía Anticorrupción solicita 4 años y 10 meses de cárcel, así como una multa de 13.924 euros por delito societario.

Recordó que en el año 2006 era víctima de persecución y era apedreado en los escenarios: «Me insultaban y vapuleaban. Mi vida era imposible como cantante. Tuve que buscarme la vida y decidí hacer cosas en otros lugares, como la Sociedad Digital (SDAE, filial digital de la SGAE)».

Fue entonces cuando diseñó el proyecto El Creador y lo presentó. «Era bueno que la SGAE hiciera un programa y lo trasladara al resto de televisiones», mantuvo.

Neri, por su parte, defendió ayer en el juicio que Ramoncín era «una persona confiable para toda la organización. Tiene mi amistad, no la niego. Era una persona talentosa».