En estos tiempos en los que de cultura solo se habla para denunciar su abusivo IVA, saber que hace unos días horas se declaró doctor a un musicólogo „paisano nuestro„ con una tesis sobre «músicas experimentales y artes sonoras en la Valencia de la modernidad trabada» es todo un milagro a celebrar por todo lo alto.

Tras el chaparrón de nuevos modos de hacer y comunicarse y hasta de emocionarse que nos regalaron los inmensos e inolvidables acontecimientos de la constitución del parlamento, habrá que reiterar donde posible sea, que „ni en el IVM, ni en los Palau de Arts o Música, ni en ese híbrido CulturArts, ni en ningún IVAM o Consell„ no nos vale ya nadie que no sepa todo esto de qué va.

Nadie que parapete tras un «saber» puramente técnico, virtuoso, erudito (o administrativo) debe ocupar un sillón de relevancia. La cosa va de otra cosa. Estamos ya en medio de cuantos torbellinos de disolución y chapoteo nos predijeron „partiendo de Hegel o Nietzche„ todos los Bataille, fluxus, Cage y hasta Bourriaud del ancho mundo.

Atentos cuantos se presenten y/o juzguen y decidan quienes van a tener que lidiar, estos años de legislatura, con eso tan correoso que llamamos música, o arte, o teatro o cine, etc.

Hoy en día el mundo del arte no va ni de cheques ni de producción ni de formas a rellenar ni de espectáculos a lametear o tecnologías y repertorios a manosear. Es, por el contrario, un complejo y mestizo proponer que se confronta, sui generis, a cualquier representación homogénea del contexto, del canon, de las academias-y-lo-instituido, etc, para inserirse en lo inapropiado y no asimilable como materia y modo.

El arte no es ya más una franquicia del poder, no es su marca blanca, todo lo contrario, es aquello que resiste y se presenta como resto y escoria y exclusión y desperdicio. De eso, y mucho más, va esa tesis que a la que hacía referencia al principio, donde se repasan los avatares de 100 años de creadores valencianos del sonar que malviven, crean, mueren y parecen desaparecer en y desde las alcantarillas de la sociedad.