Ambos son ya pasto de la memoria, pero hubo un instante en que juntos provocaron una de esas escenas que titilan en la historia del cine. El temible preso Stuart llevando a su compañero Luke al borde de la muerte, al ritmo de cincuenta huevos duros que el prisionero «indomable» había apostado que ingeriría. Luke era Paul Newman y Stuart era George Kennedy, actor que falleció el pasado domingo a los 91 años de edad en Boise (Idaho, EE UU).

Aquel personaje con aspecto de gigante de hierro y corazón de gomaespuma le valió al propio Kennedy un Óscar en 1967 y algo más valioso, quizás: la inmortalidad. «Lo maravilloso de aquella cinta», recordaba Kennedy en una entrevista de 1978 citada por The Hollywood Reporter, «es que según avanzaba mi personaje, yo pasaba de ser el malo al bueno». «Los ejecutivos en Hollywood debieron pensar: ´Este tipo puede hacer algo más aparte del malo´», agregó.

A su personaje en La leyenda del indomable sumó una larga lista de títulos durante su extensa carrera (hace dos años aún aparecía en el cine), entre los que destacan los pertenecientes a la saga Agárralo como puedas, ya avanzada su filmografía, donde interpretó al cómico personaje del capitán Ed Hocken en varios de los títulos que triunfaron a principios de los noventa.

Antes de cruzarse con Newman destacan sus apariciones en Espartaco, Los valientes andan solos, Los cuatro hijos de Katie Elder o Doce del patíbulo. Después, con su victoria en los Óscar como mejor actor de reparto, encadenó varios proyectos de altura junto a compañeros de renombre, como La furia de los siete magníficos; Un hombre impone la ley con Robert Mitchum; Duelo de pillos con Sinatra, Cerco de fuego con James Stewart; Un botín de 500.000 dólares con Jeff Bridges o Licencia para matar con Clint Eastwood. También apareció en la cinta de catástrofes Aeropuerto y sus tres continuaciones encarnando al mecánico Joe Patroni. Recientemente había protagonizado en el cine las películas Another happy day, en 2011, y El jugador, en 2014, junto a Mark Wahlberg.

En el campo televisivo es recordado su trabajo en Dallas, donde se puso en la piel de Carter McKay entre 1988 y 1991. También apareció en varios telefilmes relacionados con la serie. Su mujer, Joan McCarthy, había fallecido el pasado septiembre.