¿Puede haber algún nexo de unión entre el hombre de Neandertal, la mítica Atlántida y la actual especie humana? Para el periodista y escritor valenciano Salvador Medela, la respuesta es clara: «las ganas de vivir o de sobrevivir; de encontrar soluciones. Hay cosas que no cambian, que permanecen en la especie humana», asegura.
Medela (Tavernes Blanques, 1956) acaba de publicar la novela Memorias de la Tierra (Caren Books), una obra a medio camino entre la ciencia ficción y la aventura, género que escasea tanto en la literatura como en el cine español y europeo, según sostiene el propio Medela. «El público está ávido de buenas historias de este género. En EE UU lo saben y lo aprovechan, pero se olvidan de que también es un arte. Habría que encontrar el término medio», apunta.
Para su propio autor, Memorias de la Tierra baila entre la ciencia ficción y la aventura. «Es una trepidante novela que recorre tres periodos históricos diferentes separados por miles de años y que, sin embargo, mantienen una estrecha y sorprendente relación». De ciencia ficción señala, «está el que salta de una época a otra con diferencia de miles de años». En cuanto a la aventura, Medela defiende que «aborda retos». La novela plantea tres modos diferentes en los que la Humanidad se enfrenta a la Naturaleza, su forma de entender la vida y de luchar por un mundo mejor. «Cada civilización se ha creído eterna. Ninguna lo ha conseguido hasta la fecha. Nosotros también estamos en nuestro momento crucial de la Historia», apunta el autor.
Con ventanas al presente, ambientado en espacios reconocibles de Valencia, Medela señala que la historia ha surgido „entre otras„de «potentes imágenes» que se le venían a la mente. Por ejemplo, de muros: «Está la Gran Muralla China, el Muro de Berlín, los muros medievales, en México, en Ceuta y Melilla. Los hay también literarios, como en Juego de tronos. Los muros de la novela son, en este caso, los que hay entre los hombres y la naturaleza», apunta. Los tres mundos que recorren las páginas de Memorias de la Tierra acaban confluyendo en un sola historia, con cierto aire ecológico: «la que nos interpela como lector, para pensar, pero al mismo tiempo pasar un buen rato».
Pero, ¿qué recordará la Tierra cuando no estemos ninguno? No se atreve a responder Medela, pero sí aporta su propia reflexión: «La Tierra es un conjunto de ecosistemas riquísimos que no llegamos a comprender en su complejidad y que merece un mayor respeto por nuestra parte».
