«Decir las cosas claras y trabajar en una situación de emergencia ha provocado que hoy esté aquí», se liberaba el nuevo director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, una vez culminado el trayecto entre la oposición a la gestión de las instituciones culturales „especialmente beligerante con Consuelo Císcar„ hasta el puesto de máxima responsabilidad en una de ellas.

Él y Abel Guarinos comparecieron ayer como nuevos directores del Consorci y CulturArts, los últimos entes abiertos a concurso. A ambos les espera un futuro entre la expectativas económicas a raíz del Plan Estratégico y las dudas por la reestructuración de las dos instituciones. El conseller Marzà admitía que en ambas se están replanteando los resortes, heredados de una administración «en la que había algunas empresas públicas sin relación de puestos de trabajo». En ese proceso ya intervendrán los nuevos rectores y se pondrá encima de la mesa la misma esencia del conglomerado de CulturArts, «que nació por decreto ley y no por consenso», recordaba Guarinos, y que ayer perdió el nombre, denominado por el propio Marzà como Institut Valencià de Cultura. La cuestión por resolver es si acaban emancipándose las actuales subdirecciones de Teatro y Danza, Música, Audiovisual y Restauración, otrora institutos con autonomía propia. Marzà, eso sí, aseguró que los dos nuevos responsables agotarían su mandato.

Guarinos, fundador del MIM, se ha impuesto a candidatos como Rafa Xambó o Gabi Ochoa y llega con el propósito de «multiplicar el número de espectadores»; no en vano su proyecto se denomina El públic és el protagonista. Juega a su favor el conocimiento del ecosistema tras 25 años como técnico de gestión cultural. Próximo a los profesionales del teatro, reconocía que el apoyo del sector ha servido como impulso para iniciar esta aventura.

Tanto de su proyecto como del de Pérez Pont, Marzà destacaba la «territorialización» y la «colaboración interinstitucional». El primer concepto será la estrella polar del director del Consorci, quien se presentó con sus coordenadas geográficas: «Soy de Alicante». Pérez Pont, crítico no solo con Císcar sino también con su antecesor en el puesto, propone prestar más atención a Castelló y Alicante, así como ceder espacios «infrautilizados» a los artistas, incluso para que sean autogestionados. Es justo a los artistas a quienes dedicó el mayor énfasis durante su discurso, cuando apuntó a la «profesionalización» del sector, que se concretará en que el mayor esfuerzo económico se dedique a promover la investigación y la creación entre quienes están en activo, una de las reivindicaciones clásicas de la Associació Valenciana de Crítics d'Art que él presidió hasta hace un año. En este última etapa, Pérez Pont, se había encargado del programa de la galería Paz y Comedias.

También se refería a la posible entrada de más instituciones (junto a las tres diputaciones, los tres ayuntamientos principales y conselleria) en el Consorci. Y si la estructura de los organismos impregna de dudas ambos proyectos, el horizonte económico supone un acicate. Que Cultura llegue al 1% de los presupuestos generales alimenta los programas de los rectores, quienes han confeccionado su plan en base a los recursos fijados para 2016.

Así pues, ya hay relevo para Felipe Garín y Jose Luis Moreno. Este último regresa a su puesto en la subdirección de cinematografía.