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Música

El músico que se atreve a mezclar a Bach con Bob Marley

El valenciano Alberto Tarín, exmiembro de Seguridad Social, ha llevado desde clásicos del pop a estándars de jazz a géneros impensables - Su última obra es una versión reggae de «Aire», del compositor alemán

El músico que se atreve a mezclar a Bach con Bob Marley

Ya había probado con What a wonderful world y con Imagine, y ahora está rondando un bolero cubano de los cuarenta. Pero de ahí a una pieza de música clásica va un trecho. Alberto Tarín, al que aún le pende la etiqueta de exmiembro de Seguridad Social pese a que lleva casi dos décadas fuera del grupo, recorrió la distancia entre Bach y Bob Marley con una melódica, ese pequeño instrumento a medio camino entre la armónica y el acordeón. «La melódica tiene ese sonido lírico melancólico y, como es un instrumento de viento...», empieza a contar Tarín.

Como es un instrumento de viento se lanzó a atrapar el Aire de Bach, tres siglos nada menos de viaje, y acercarlo a las ascuas del reggae, uno de los género preferidos de este músico que ha abarcado todos los palos.

El maridaje fue posible gracias a la melodía de la composición del alemán y a que, como cuenta el propio Tarín, «el reggae es capaz de transformar cualquier cosa». «Aunque hubiera sido imposible, qué se yo, con los conciertos de Brandeburgo», admite el músico. El tema sonó por primera vez en un directo en el Rototom, pero el de 2015, aunque no fue presentado, después de ser convenientemente pulido, hasta hace unas semanas en la sala Jerusalem.

Tarín fue un día miembro de Seguridad Social, concretamente hasta 1997, momento en el que decidió alejarse de una formación entonces en plena efervescencia. «Lo viví muy intensamente, pero luego tus circunstancias cambian y lo ves de otra manera», recuerda el músico, quien hoy lidera su propia banda, Alberto Tarín & Orchestra, además de acompañar a otros músicos o girar con otra formación, la New York Ska Jazz. «Me he acercado a muchos estilos, hasta el flamenco fusión», replica cuando se le pregunta por su predilección hacia el género que abonó Bob Marley.

Dice que, sobre todo, le gusta la música de raíces afroamericanas y que necesita «ritmos más suaves» que los que le ofrecía su etapa en Seguridad Social. «Al final la distorsión del rock te acaba aburriendo», desliza divertido un músico que se ha curtido componiendo y acompañando a Mecano, a Raimundo Amador o a Lolita. En solitario, de hecho, publicó un único LP, Coraje, cuando decidió abandonar a la banda que abrasó el panorama musical al grito de Chiquilla.

En el futuro inmediato, pese a que se confiesa un elemento inquieto que huye de corsés estilísticos, se quedará instalado en el reggae, hacia donde llevará un bolero del cubano Benny Moré. «Estoy preparando un vídeo con el tema pero después me gustaría centrarme en mis propias composiciones», reconoce. Tras haber revuelto el cajón de otros, está listo para un nuevo asalto en solitario. Mientras tanto sigue tocando en compañía de otros. Hoy de Lucho Aguilar, en Alcossebre.

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