La temporada 2016 permanecerá impresa en la memoria histórica de Núñez del Cuvillo, que ha lidiado un total de ciento treinta y cuatro toros en veintiséis tardes, de los cuales diez fueron premiados con la vuelta al ruedo y uno obtuvo el célebre premio del indulto. Los números que ha alcanzado la divisa gaditana, ciento diez orejas y cinco rabos, hablan por sí solos. A las sangres de Domecq, Osborne y Núñez hay que apuntar un refrescón último con tres sementales de Santiago Domecq y otro de Garcigrande, tras la incursión del famoso «Cortesano» de Daniel Ruiz. Álvaro, ganadero joven que ha sabido administrar con inteligencia un patrimonio envidiable, reconoce que ésta ha sido mejor temporada que la cosechada durante 2011, año en el que Manzanares perdonó la vida a «Arrojado» en la Maestranza, del que hay diez hijos para la próxima temporada, cinco con planta de plaza de primera: «Ha habido una gran mayoría de animales que han embestido con los caracteres que buscamos y eso nos ha aportado mayor resultado genético», hace balance el ganadero. Superado un bache de casi tres temporadas por una equivocación con dos sementales, los criadores expresan que es difícil destacar una corrida de todas las lidiadas puesto que, ante todo, Núñez del Cuvillo ha gozado de una regularidad excepcional, que «significa que tenemos la ganadería dominada en el sentido de que salen muchos animales que se parecen al tipo de toro que perseguimos».
Roca Rey obtuvo una de las cotas más altas de su temporada con «Naranjero» en Olivenza al que le cortó las dos orejas y el rabo, pero la primera responsabilidad grande de la vacada gaditana llegó el siete de mayo en Jerez de la Frontera: José Tomás volvía a los ruedos españoles después de dos años. El torero de Galapagar cortó también los máximos trofeos a «Lanudo», premiado con la vuelta al ruedo póstuma, con el que sublimó el toreo al natural y, con el que según Álvaro, llegó «el momento más álgido de la temporada por la profundidad que tuvo la embestida de un toro que se mereció el indulto». José Tomás volvió a elegir la divisa de Núñez del Cuvillo para torear en Alicante. Desorejó a «Cacareo», al que también le dieron la vuelta al ruedo en el arrastre, con el que dejó un pase del desprecio monumental y un puñado de importantes naturales. El histórico diestro madrileño, que repitió en Valladolid con Cuvillo, optó de nuevo por la ganadería de don Joaquín y Álvaro después de seis años y un enfado entre los ganaderos y el torero que redimieron en un tentadero después de la feliz tarde de Jerez aunque Álvaro llegó a pensar temporadas atrás que «José Tomás ya no torearía más lo nuestro».
Doblete en Sevilla con nota
A un jabonero sucio de Cuvillo, «Tramposo» de nombre y condición, le sedujo la taumaturgia de Alejandro Talavante en Las Ventas. Imborrable faena. De este curso tampoco hay que olvidar a «Esparraguero», el único animal indultado de la vacada gaditana, cuarto toro de los seis que estoqueó Enrique Ponce en Istres. Solo cinco orejas se le cortaron a las dos corridas de Sevilla lidiadas en dos días consecutivos. A Manzanares le faltó mayor rotundidad con «Pitiminí» y «Tristón», dos buenos toros en un mismo lote. Por otro lado, nueve años hacía que Morante de la Puebla no cortaba dos orejas en la Maestranza -también a un Cuvillo- y lo volvió a hacer con «Dudosito», un almíbar puro que embistió despacio pero todavía más pausado lo toreó el sevillano. Núñez del Cuvillo cerró temporada con «Rescoldo» en Zaragoza, toro que tuvo un ritmo extraordinario en su embestida.
El único borrón de la campaña de la divisa que pasta en El Grullo tiene argumento valenciano. Los astados no estuvieron a la altura ni en el juego ni en la presentación el día grande de la pasada Feria de Fallas pero la regularidad durante el resto de festejos ha sido el mejor aval de que esta vacada brava vive su momento de mayor esplendor. «Valencia es una de mis plazas preferidas y en las Fallas de 2017 espero recuperar el sitio», concluye Núñez.
