Todos hablan de Rambleta. Pero lo cierto es que el centro neurálgico de la cultura en el barrio de Sant Marcel·lí todavía tiene algo más que decir. El espacio está dispuesto a seguir manteniendo el diálogo por muchos años más después de celebrar su quinquenio. Uno de sus aniversarios más multitudinarios, pues el espacio ha dado carpetazo a 2016 con 331.345 asistentes. Una cifra considerable que se corresponde con otra igualmente magna: 1.480 actividades en 365 días. Producciones teatrales, talleres didácticos, exposiciones, galas, encuentros, desayunos y hasta Pechakuchas han pasado por Espai Rambleta.
Pese a que su construcción se puso en entredicho, el centro cultural ha logrado disipar la sombra de la presión mediática a base de una programación multidisciplinar, con el rostro de grandes figuras de la literatura, el cine, la música y la televisión, como Elvira Lindo, Arturo Valls, Los Planetas, José Luis Cuerda o Sergi López.
«Rambleta nació para complementar la programación cultural que ya se hacía en València y para dar respuesta a las demandas del barrio de Sant Marcel·lí, que pedía un centro cultural para los vecinos», explica Lorena Palau, gerente de Espai Rambleta, en referencia a la lucha que desempeñó la AAVV Sant Marcel·lí desde 2003 por la construcción del espacio, que finalmente se inauguró en 2012, después de tres años de grúas, cemento y chillidos de radial. El centro cultural ha conseguido erigirse como un referente cultural en toda la ciudad -incluso más rápidamente que en su propio barrio-. Lo ha hecho gracias a un sinfín de espacios, que han posibilitado la programación de producciones teatrales, como Chefs, que llega a su teatro el próximo 7 de abril; conciertos de cantantes con una larga trayectoria, como Rosana o Luis Eduardo Aute; y hasta agrupando el talento de diversas generaciones. De hecho, Rambleta es sede de la Escuela del Actor, la Unió Musical de l'Horta y de la Joven Orquesta de la Academia de la Música Valenciana.
La empresa responsable de Espai Rambleta sufragó la construcción del edificio. A cambio, el ayuntamiento abona un pago anual. El centro acoge una biblioteca y una sala de exposiciones municipal. Dos de los espacios con más actividad del centro.
Apuesta por la producción
El sindicato Actors i Actrius Professionals Valencians (AAPV), así como su presidente, Ximo Solano, han criticado más de una vez la «falta de presencia valenciana» en las producciones de Rambleta. Algo que el centro niega con cifras. «El posicionamiento de Rambleta no es solo local, también se nos valora a nivel nacional. Es verdad que nos invitaron a MAD Feria y allí nos presentaron como el espacio escénico más sugerente a nivel nacional. Consideramos que los motivos por los que se habla fuera de Rambleta es por la calidad de nuestros contenidos, nuestra profesionalidad y el volumen de actividad y oferta cultural que tenemos», asegura Lorena Palau, que defiende que más del 80 % de las producciones por las que ha apostado el centro tenían el sello «Made in València», como Las guerras correctas, de Gabi Ochoa; El cabaret de los hombres perdidos, donde parte del elenco es valenciano, así como la escenografía; o Drac Pack, con valencianos en el diseño de luces, la escenografía y la producción. «Aunque los rostros de algunas producciones no sean valencianos en alguna ocasión, como ocurrió con Drac Pack -protagonizada por Najwa Nimri, Kimberley Tell, Anna Castillo y Alba Flores-, lo cierto es que el resto de profesionales que hacen posible la obra sí que lo son. Rambleta apoya al sector en general e incide en todos los campos del sector local: actores, dramaturgo, iluminación, escenografía, dirección, producción...», destaca Palau.
Alianza con Espacio Inestable
Espai Rambleta se ha aliado con Espacio Inestable para dar un impulso a la dramaturgia valenciana. «Graneros de creación» es un proyecto que ya lo abanderan 12 artistas y proyectos escénicos, como Toni Tordera, Elisa Matallín, Jero Cornelles, Eva Zapico, A tiro hecho, Patri Pardo, Miquel Mateu, Taiat Dansa, la Teta Calva, Nestor Mir, Colectivo y La coja dansa. Los dos centros ofrecen una ayuda económica a la producción, ceden espacios para desarrollar las residencias artísticas y permiten la exhibición de los proyectos a lo largo de tres fines de semana. Desde el infierno, de Rafa Alarcón y Jerónimo Cornells se estrenó el pasado mes de febrero en Rambleta, y en enero lo hizo Orán, de Eva Zapico.
