La relación entre Joan Fuster y Andreu Alfaro comenzó en 1958 y un año después el escritor le encargara al artista ilustrar una selección de textos para niños titulada 'Un món per infants'. "Para mí Fuster significó el inicio de una vida nueva. Incluso comencé a trabajar de otra manera", confesaba Alfaro en 2008. La exposición también incluye un testimonio de Vicent Ventura sobre aquella vez que Fuster le dijo al padre de Alfaro que la obra de su hijo "tenía más interés y abría más futuro que la escultura de su admirado Benlliure. Aquel hombre se quedó espantado".