Al entrar en la Sala Martínez Guerricabeitia del Centre Cultural La Nau lo primero que uno ve es una reproducción del "Homenatge a Joan Fuster" esculpido por Andreu Alfaro a principios de la década de los 60. Se trata de una figura geométrica de acero "que sacaba las alas por todos los lados", según la descripción del propio artista. "Simbolizaba a un Fuster que tocaba todos los palos. Él le daba al arte porque le daba a todo. Quería reflejar toda su pluralidad porque era un hombre muy abierto".

Así lo explicaba el propio Alfaro en 2008 y así queda escrito junto a la escultura en la exposición 'Alfaro-Fuster. Assaig amb els dits. Escultures. Escrits. Dibuixos', un recorrido a través de dibujos, esculturas, fotografías y escritos a tres décadas de amistad y admiración mutua que se inauguró ayer y que permanecerá en La Nau hasta el 14 de enero.

La muestra incluye más de 50 dibujos que el artista valenciano realizó sobre el escritor de Sueca (en vida y después de su muerte), además de tres esculturas y esbozos relacionados con Fuster. Del poeta y ensayista la exposición recoge escritos y fragmentos de entrevistas en los que hace referencia a Alfaro, además de otras obras sin relación aparente con el dibujante y escultor pero que sí que han valido para que los comisarios de la exposición, el artista Artur Heras y el profesor Anacleto Ferrer, incidan en los paralelismos y el pensamiento común de los dos protagonistas.

"El esencialismo aparece tanto en los aforismos de Fuster como en los dibujos sobre papel y metal de Alfaro", resumía ayer Artur Heras tras el acto de presentación al que, además de los dos comisarios, asistieron también el vicerrector de Cultura e Igualdad, Antonio Ariño, el director de Actividades de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez.

"La interrelación y el sentimiento de amistad se hace evidente en la admiración de Alfaro por la obra de Fuster pero también en Fuster por la manera de hacer y el compromiso de Alfaro", resumía Ariño ante los medios. La muestra, añadió el vicerrector de Cultura, "va de lo íntimo, por su relación personal tan estrecha, hasta lo colectivo. Fuster interpreta el país para orientar el futuro, y Alfaro hace lo mismo con sus escultural. En ambos está latente la necesidad de un proyecto de futuro".

Los retratos a lápiz o rotulador que Alfaro realiza de Fuster llevan gran parte del peso de la exposición de La Nau. "Algunos están tomados al natural, aunque la mayoría los hizo tras la muerte del escritor a partir de fotografías o de otros dibujos que había hecho anteriormente", explicó Anacleto Ferrer. Estos dibujos de trazos sencillos, -"sin pleonasmos, sin interés por la obra acabada, sino en la exploración, la tentativa, la probatura; en definitiva, el ensayo", según definen los comisarios-, prácticamente no se habían expuesto en público hasta ahora y han sido cedidos por los hijos del escultor, tal como señaló José Pedro Martínez.

"Ninguna relación de Fuster con los artistas fue tan estrecha como con Alfaro -añadió el director de la colección Martínez Guerricabeitia-. Duró desde los 60 hasta la muerte de Fuster, una etapa que coincide con la creación de nuestra colección, una etapa de gran efervescencia social y política para establecer la identidad valenciana, en la que Fuster y Alfaro fueron protagonistas".

Otra de las partes más interesantes de "Alfaro-Fuster: Assaig amb els dits" es la "lectura confrontada" que establece entre los dibujos de València y sus alrededores que el primero realizó entre 1958 y 1961, y las descripciones de ese mismo paisaje que incluyó el segundo en su seminal 'El País Valenciano' publicado por Destino (gracias a la intermediación de Josep Pla) en 1962. "Sin conocerse, los dos hacen un descubrimiento paralelo del país", enfatizaba ayer Artur Heras.

A partir de la exposición se ha publicado un catálogo en el que también se incluyen textos de Francesc Pérez Moragón y Raimon. Además de la obra, la publicación incluye cuatro textos de Alfaro a Fuster y nueve textos de este escritos para exposiciones de aquel, siete de los cuales son inéditos y han sido cedidos por el archivo familiar. "Es interesante porque aquí Fuster realiza un recorrido por las artes plásticas a partir de la progresión de un único artista: Andreu Alfaro", señaló Ferrer.