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Musical

"'Tic-Tac' es el ejemplo de lo que debería ser el teatro público del País Valencià"

Los autores del musical estrenado en el Principal reflexionan sobre la creación artística y el presente y futuro de la escena teatral valenciana

"'Tic-Tac' es el ejemplo de lo que debería ser el teatro público del País Valencià"

El día después del estreno, los miembros de «Tic Tac» se sentaron en un sofá del vestíbulo del Principal con el gesto cansado del que ha hecho algo importante, pero que no tiene tiempo para disfrutarlo. En pocas horas volverán a llevar al escenario esta obra «mágica y 100 % valenciana» (según definió el director adjunto de Teatres, Roberto García), escrita por Carles Alberola (también director y actor), Pascual Alapont y Rodolf Sirera y que interpretan, cantan y bailan 14 actores y actrices.

Ayer, los tres guionistas y tres de los intérpretes -Noèlia Pérez, Josep Zapater (los dos autores además de las canciones) y Cristina Fernández (que también es la coreógrafa)- ocuparon ese sofá del vestíbulo del Principal para, de la mano de la periodista Amparo Panadero, hablar de «Tic Tac», de su historia, su recorrido y sus intenciones y de lo que, para ellos, supone la aparición de este espectáculo musical en la escena teatral valenciana.

«Este espectáculo representa el inicio de una nueva época para el teatro institucional valenciano -aseguraba a este respecto Rodolf Sirera-. Después de muchos años de oscuridad, se trata del primer montaje de lo que habría de ser en el futuro el teatro público del País Valencià». «Que no se quede en el recuerdo de ´qué bonito fue aquello de Tic Tac -añadía Noèlia Pérez-. Que continúe el empuje por parte de las instituciones a esta profesión. El teatro valenciano merece más autoestima».

La de ayer fue la segunda edición del «Confidències amb...» que organiza l´Institut València de Cultura y que en su primera cita tuvo como protagonista al actor Lluís Homar. En la presentación del «Confidències» de ayer, Panadero definió «Tic Tac» como «el punto de vuelta y de reencuentro de un gran sector artístico del teatro valenciano de gran calidad».

La periodista, esposa del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, preguntó a los seis autores cómo había sido el día del estreno. «Ha sido cómo parir», espetó Josep Zapater, provocando las risas del público, entre los que se encontraban la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, y el director general de IVC, Abel Guarinos, entre otros. «Una función mágica», convino Cristina Fernández. «Lo que pasó ayer fue un regalo muy grande. Nuestro trabajo se cumple cuando emocionas al público», subrayó Noèlia Pérez.

Carles Alberola, por su parte, destacó que en una obra con esta producción «hay dos funciones: la que ve el público y la que está por dentro. Es una suma de esfuerzos». «Yo, por mi parte, con el paso del tiempo disfruto más de las funciones, ya no me preocupo tanto -confesó-. Se trata de un trabajo muy técnico en el que no nos podemos dejar llevar por las emociones». También Pascual Alapont aseguró haberse sentido muy relajado el día del estreno y añadió que, finalmente, los «autores de ´Tic Tac´ serán cada persona que digiera y disfrute de este espectáculo, porque lo hará suyo».

Panadero incidió en la idea de que la envergadura de esta producción «enciende la luz del teatro valenciano». «Había un sentimiento de dar un golpe de puño -asintió Alberola-. Aquí (en la Comunitat Valenciana) hay una profesión muy potente a la que le cuesta subsistir. Con que hubiese un apoyo institucional sólido al teatro valenciano, la sociedad saldría ganando porque sentiría la autoestima por las cosas hechas aquí y en su lengua».

Dramaturgia conjunta

Sobre el proceso de creación de «Tic Tac», todos los autores destacaron la necesidad que había de hacer un «trabajo conjunto», habida cuenta sobre todo de la dificultad que representa poner en escena un musical. «Ha sido una obra de dramaturgia conjunta de texto, música, coreografía y escenario -explicaba Alapont-. La locura que le queríamos dar al texto la íbamos encontrando conforme veíamos la coreografía o los diseños».

Y, por último, hablaron del sentido de la obra, de la «explosión de sentimientos que es la vida misma», como describió la conductora del acto. «Las cosas si las sueñas, pasan -recordó Alberola-. El deseo es el motor de la vida, pero también necesitas que la sociedad te permita creer en eso».

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