El festival Pops Marítims volverá el próximo viernes y sábado, 18 y 19 de mayo, a València para subir al escenario de La Mutant a artistas como Pony Bravo, Júlia, Bigott y Dorian Wood, en una segunda edición que pretende consolidar el certamen como "referencia de otras músicas de autor en la ciudad".

Subirán a escena los sevillanos Pony Bravo, con su "indisciplinada e irreverente" psicodelia. Después de cinco años sin sacar nuevo disco, su álbum será "una de las sorpresas del año". La banda de rock andaluz presenta una particularidad: "tienen humor y una combinación de reflexiones populares y filosóficas sin arrogancia que "todavía los hace más únicos. Una banda para seguidores de Wes Anderson y de Albert Serra", destaca la organización en un comunicado.

Por su parte, Júlia toma el nombre de la novela de Isabel-Clara Simó, toda una declaración de intenciones de sus creadoras. Ya pasaron por uno de los escenarios del festival en la edición 2017, y en ese momento avanzaron algunos de los temas de su trabajo 'Próxima B' (Malatesta, 2017).

Con este álbum, las alcoyanas "serán seguro una de las bandas con más nominaciones para los próximos premios Ovidi y un proyecto con visión holística a seguir, una combinación de letras cuidadas y discurso electrónico con el diseño y la imagen que las rodea", ha asegurado la organización.

El polifacético zaragozano Bigott se encuentra en estos momentos presentando su disco numero nueve, 'Candy Valley' (Autoeditado, 2018). No obstante, en Pops Marítims mostrará su faceta como dj y, con ella, el abanico de propuestas que construyen y alimentan su imaginario artístico.

También actuará Dorian Wood, establecido en Los Ángeles, que lleva más de una década sorprendiendo a público, críticos y programadores y ahora llega a València para abrir el espectro internacional del festival. Lo hará presentando un nuevo trabajo en formato EP donde conjuga canciones de su reciente 'Xalá' (2017, Atonal Records) y también de sus últimos trabajos, donde destaca 'Rattle Rattle' (2013, Atonal Industries).

La guipuzcoana Anari Alberdi volverá a València después de más de diez años sin haber hecho acto de presencia en la ciudad. La cantautora recibirá este año el premio Adara Sarria en la sección Euskal Música. En el escenario de Poblats Marítims podremos ver Anari al completo, con una parte excelente de músicos conformados por miembros de Inoren Ero Ni, Lisabö o BAP, entre otros.

Jordi Lanuza, el alma del grupo de culto barcelonés Inspira, debuta en solitario con 'Com a casa' (Bankrobber, 2018), donde muestra su vertiente más íntima, emocional y cercana al público. Un disco producido por el también prolífico Pau Vallvé (Maria Coma, Standstill, Estaislau Verdet), que presentó su directo en la pasada edición del festival.

También actuará en el 'cap i casal' El Petit de Cal Eril, recién terminada la gira de 'La força', con su nuevo disco '?', producido, grabado y planificado como una trilogía de EPs.

North State, que sustituirán al anunciado Vurro, se configuran como una de las "promesas" del 2018. Paz y Laia Vehí han unido sus personalidades para producir su primer single 'I Know You' (Club Ruido, 2018), un tema "magnético" que deriva hacia géneros como el bass experimental o el future garage.

Con cuatro temas editados hasta ahora y pendientes de la publicación de un inminente EP que presentarán en Pops Marítims, los ampurdaneses ya se han hecho un espacio diferenciado para los ojos de la crítica especializada.

Como colofón, los alcoyanos We Are Not Brothers (WANB) presentarán su último trabajo 'III' (Oaculo records, 2018), con colaboradores de lujo como Ana Curra, Hugo Mas o The Suicide of Western Culture. Un directo "clamoroso", en formato banda y con un despliegue audiovisual que ha suscitado buenas críticas entre los medios especializados y generalistas.

La organización destaca que ha "trabajado duro" con el recién inaugurado espacio La Mutant para poder diseminar todas estas propuestas en dos días. Pops Marítims piensa la música desde un punto de vista colectivo, por lo que busca la implicación de los artistas locales y la participación del público del evento.

Bajo esta premisa, el discurso de las bandas participantes pretende "alejarse de la semántica afectiva que quiere hacer de la cultura una cara afable del mercado, y convertir los festivales musicales únicamente en un fenómeno de masas y entretenimiento".