La muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 1 de diciembre, ofrece una amplia y variada panorámica de la creación de Monjalés a través de una selección de piezas que van desde la escultura a los óleos, pasando un cuadro tridimensional con aplicaciones cerámicas, señalaron fuentes de la galería valenciana.

Además, en los contenidos de la exhibición destacan un grupo de obras de la etapa del artista dentro del Grupo Parpalló, así como de su período figurativo, resaltaron las mismas fuentes. El recorrido culmina en plena actualidad, ya que la exposición incluye también algún trabajo fechado en 2007.

Monjalés dio sus primeros pasos artísticos de la mano del dibujante José Segrelles, del que fue alumno durante algún tiempo. A los 16 años ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde estudió desde 1948 hasta 1953. Allí entabló amistad con los maestros de la pintura valenciana del momento y con algunos artistas y críticos que iniciaban su carrera. Especialmente fructífera fue su relación con el padre Alfonso Roig, que despertó su interés por la vanguardia y le orientó en sus primeros momentos, aseguraron fuentes de la sala.

Dispuesto a llenar el vacío artístico creado por la Guerra Civil se impregnó de las corrientes europeas y desarrolló un neocubismo de soporte figurativo rigurosamente plano. En 1955, influido por el período azul de Picasso, creó la serie 'El pacto de las premoniciones', utilizando elementos iconográficos del 'Jardín de las delicias' del Bosco. Hasta 1957 realizó distintas series en las que la figura humana aparece con fuerte dinamismo. Por estos años se interesó también por el mundo circense, protagonizado por payasos, equilibristas, trapecistas, en composiciones muy coloristas.

Sus últimos cuadros figurativos de aquella década son paisajes de marcado lirismo que reflejan mundos fantásticos. Su ruptura con la figuración se produjo tras un viaje por París y Bruselas, donde expuso individualmente.

En 1957 se incorporó al primer Grupo Parpalló coincidiendo con el homenaje a Manolo Gil de la revista 'Arte Vivo'. Desde ese momento participó en todas las manifestaciones del Parpalló celebradas en espacios como el Ateneo de Madrid, el CEN de Valencia, la Bienal de Venecia y la Sala Gaspar de Barcelona.

Su aportación a la pintura abstracta se concretó en una gran invención de formas y la expresión a través de la materia. Desarrolló estructuras geométricas gravitando sobre espacios neutros. Su afán experimentador y el resultado siempre sorprendente y emotivo de sus pinturas colocan a Monjalés en un puesto de honor de la renovación plástica valenciana.

ACTIVISMO POLÍTICO.

En la década de los 60 se incorporó de nuevo a la figuración con un lenguaje marcadamente realista. Esta gradual vuelta a la figuración es paralela a su activismo político y estudiantil como miembro del Partido Comunista. El realismo social se desarrolló en Valencia coincidiendo con la concienciación de los artistas que empezaban a aplicar las teorías marxistas al arte. La pintura de Monjalés, de marcado acento crítico y de denuncia social causó gran revuelo en los ambientes artísticos valencianos.

'Derrota' (1963), 'Hijos de España' o 'La lucha' son algunas obras suyas de aquel período. A partir de 1964 realizó una serie en la que se manifiesta su interés por el Barroco español. La serie 'Oraciones comparativas' corresponde a esta etapa.

Sus obras de finales de los 60 se caracterizan por la virulencia expresiva, su profundo dramatismo y el tenebrismo cromático. Hacían referencia a situaciones y personajes de rabiosa actualidad. 'Los Derechos humanos' (1968), 'Homenaje a Dolores Ibarruri' (1968) y 'La sombra de la sangre' (1968).

A finales de los sesenta su carrera artística se vio truncada en España al ser condenado a 14 años de cárcel por su militancia comunista. Se exilió en 1968 fijando su residencia en Bogotá, ciudad en la que reside actualmente. Allí ha seguido pintando y exponiendo en Bienal de Medellín, 1970; el Salón Nacional de Bogotá, varios años consecutivos; y la Bienal de Venecia, 1976.

En 1991 se produjo su reencuentro con el arte valenciano con ocasión de la exposición 'El grupo Parpalló (1956-1961)', organizada por la Diputación de Valencia y en la que expuso unas quince obras que provenían de Museos y colecciones privadas. Actualmente trabaja en una serie basada en las estampas del médico y botánico Celestino Mutis (1932-1808) y otra serie basada en la obra del arquitecto Antoni Gaudí.