Santiago Domecq, la ganadería de moda que vuelve a València

La divisa jerezana regresa a la Feria de Julio con una corrida de toros después de 18 años: "Después del triunfo de Sevilla, nos ilusiona estar en València"

El broche de oro a su temporada será en las calles de Museros el próximo 12 de octubre

Un precioso toro de Santiago Domecq lidiado en la histórica corrida del pasado 9 de abril en Sevilla

Un precioso toro de Santiago Domecq lidiado en la histórica corrida del pasado 9 de abril en Sevilla / MAESTRANZA PAGÉS

Jaime Roch

Jaime Roch

Bravura de máxima calidad. Transmisión con clase. La entrega como máxima. Espectáculo y otra vez bravura. Son los términos que bien podrían definir a los toros de Santiago Domecq, la ganadería que triunfó en Sevilla y que regresa a València en la próxima Feria de Julio: “Los toros estaban reseñados para la Feria de Fallas, pero al final cuadramos mejor para la Feria de Julio y la idea es que la lidien las figuras”, señala Santiago Domecq Martel, ganadero y uno de los cuatro hijos del propietario de la vacada, Santiago Domecq Bohórquez.

"Tres hermanos de la corrida de Sevilla"

La ganadería jerezana volverá al coso de la calle Xàtiva en una corrida de toros después de 18 años. Aquel último día, un 18 de julio de 2006, los toreros valencianos Vicente Barrera y Tomás Sánchez salieron por la puerta grande en un festejo que abría la Feria de Julio. Al bravo segundo, de nombre ‘Incitador’, número 70 y de 555 kilos, se le dio la vuelta al ruedo y Vicente Barrera le cortó las dos orejas: “La corrida de València es seria, pero con el tipo de la casa. Va abierta de sementales y hay tres hermanos de la corrida de La Maestranza. El año pasado fuimos con dos novilladas sin picadores, pero llevamos tiempo sin ir a una corrida de toros y nos hace mucha ilusión”, destaca un criador que sabe torear bien, heredero de la afición más auténtica al campo, a la dedicación plena a un animal único y que demuestra su amor profundo al toro bravo como eje fundamental de la fiesta taurina.

La vacada que pasta en Jerez de la Frontera, en la finca ‘Garcisobaco’ del Parque Natural de los Alcornocales, está formada con sangre de Juan Pedro Domecq, Toros de El Torero y Torrestrella, por lo que queda algún goterón de Núñez, encaste del que es un enamorado su padre en sus dos líneas, Rincón y Villamarta: “Fundamentalmente, buscamos la verdad en los toros. Dicen que los toros se parecen a los ganaderos y mi padre es un hombre muy de verdad. Queremos que el toro se muestre como es desde el principio. Y en la embestida, buscamos esa profundidad y esa manera de colocar la cara con clase que aporta emoción al toreo y a los tendidos”, señala.

Así embistió Tabarro de Santiago Domecq en la muleta de David de Miranda

Así embistió Tabarro de Santiago Domecq en la muleta de David de Miranda / MAESTRANZA PAGÉS

Tras la estela de 'Tabarro'

Esas mismas virtudes tenía ‘Tabarro’, el mejor toro de la Feria de Abril: “Claro que lo hubiera indultado, no tenemos ningún semental como él. Pero tanto el indulto como la petición de la vuelta al ruedo era lo de menos en ese momento porque estábamos muy emocionados”.

Su padre se llamaba ‘Pantera’, un semental que el abuelo por parte de padre solo tuvo tres crías, entre ellos ‘Lebrero’, un toro indultado en Dax (Francia) que hasta ‘Tabarro’ era el más bravo de su divisa, y la madre se llamaba ‘Tabarra’: “El padre y la madre las tentó Julián López 'El Juli' y daban mucha clase y bravura, pero ya no viven”. Fue un toro tan completo en los tres tercios. El animal, totalmente entregado, no cesó de embestir en la poderosa muleta de David de Miranda.

Su propietario se hizo ganadero con 18 años y, con los años, en Sevilla han propiciado, por sí mismos, un gran espectáculo de bravura, incluso por encima de los toreros, y en especial el quinto 'Tabarro', el resultado de siglos de selección genética para rozar la perfección en las extraordinarias embestidas: “Mi padre nos cede generosamente mucha libertad y mucho poder de decisión en la selección de la ganadería. Lo que más he aprendido de él ha sido la capacidad de trabajo y su sacrificio”.

El broche de oro a su temporada será en las calles de Museros el próximo 12 de octubre, con motivo del décimo aniversario de la Peña Taurina: “Lidiaremos un encierro completo en el festejo popular de los bous al carrer, pero lo estamos preparando con el mismo cariño y mimo como si fuese una corrida de toros de Sevilla”, concluye.  

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