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Se dice que los ataques ganan partidos y las defensas campeonatos. Si esta máxima se aplica en la división de honor plata del balonmano español, escalón previo a Asobal, el Alser BM Puerto se ha convertido, en estos momentos, en el máximo favorito para hacerse con la plaza de ascenso directo a la mejor liga del mundo.

Para ocupar este lugar en una liga muy profesionalizada que cuenta con presupuestos que rondan el medio millón de euros, varios son los factores que redundan en los buenos resultados que convierten a los rojiblancos en el equipo menos goleado de la categoría con 274 tantos encajados en los primeros 11 partidos, es decir, una media ligeramente inferior a los 25 goles por encuentro.

Además del 6:0 defensivo como esquema básico de la zaga porteña, el rendimiento de los porteros está resultando fundamental a la hora de explicar los buenos resultados del Alser. En este aspecto, además, resulta llamativo que tanto Patxi Peg como David Bruixola compaginen su faceta deportiva con sus vidas profesionales, centradas en su condición de profesor y agente de los cuerpos de seguridad del estado, respectivamente.

Dos porteros diferentes

Sobre las cualidades de cada uno, su entrenador en el club rojiblanco, Ramón Belenguer explica que "son dos porteros muy diferentes, que nos ofrecen unas características muy aprovechables en función del rival y el momento específico de cada partido". En este sentido, Peg tiene su fuerte bajo palos, además del bagaje que le dan los años de experiencia al más alto nivel. Por lo que respecta a Bruixola "es más dinámico y destaca su capacidad de parar en salto con técnica de pie y mano", reconoce el entrenador valenciano.

Además de esta calidad individual, tanto Patxi como David se han beneficiado esta temporada del trabajo específico que pone en práctica el preparador de porteros, Alberto Estornell. "Ambos son jugadores de nivel Asobal y este año están agradeciendo el nuevo sistema de entrenamientos que les dedica una atención especial".

El partido más increíble

Toda esta teoría ha tenido su reflejo particularmente en los dos últimos partidos ante el Pedro Alonso Niño Moguer Cajasur y el Rayet Guadalajara. En el primero de estos casos, el Alser dejó el rival en 9 goles, una cifra de goles casi imposible en un balonmano como éste, profesional. A cada parada, más se jaleaba a uno y otro. Cuatro goles tan sólo al descanso y cinco en la reanudación. Los que lo presenciaban sabían que estaban asistiendo a un partido histórico.

Ni siquiera cabe pensar que el rival fuera una "María": el Moguer es cuarto por la cola (ni siquiera están en puestos de descenso) y no son mancos: marcan una media de 26,7 goles por partido.

Semejante paliza "sólo lo recuerdo en mi etapa de juvenil", reconoce Peg. Pero por si había dudas debido a la endeblez del conjunto onubense, el pasado domingo en la cancha de otro aspirante al ascenso, los rojiblancos lograron dejar a los alcarreños sin anotar durante más de 15 minutos en el tramo decisivo del choque.

El gran momento de forma que vienen ofreciendo los dos porteros del Alser BM Puerto Sagunto está permitiendo a Belenguer repartir los minutos de juego a partes iguales sin que el rendimiento de la portería se resienta un ápice. También reciben el reconocimiento de la entendida afición porteña, que se ha acostumbrado a corear el nombre de uno y otro durante los últimos partidos.