¿En qué piensa?

En descansar. Ha sido un año largo y difícil. La cabeza la tengo dedicada a aclarar ideas, a valorar si es interesante seguir jugando o no; a las posibilidades que pueda tener. Estoy buscando el equilibrio.

¿Hacia qué lado se balancea?

Cuando uno ha hecho un trabajo, ha dado un nivel y conoce su forma de trabajar y posibilidades no puede bajar el listón de exigencia. A partir de ahí, lo que me preocupa es continuar disfrutando, pero no a cualquier precio.

Las dudas no siempre son buenas consejeras.

Dudar es positivo. Conduce a acertar en una decisión. Y una de las más difíciles fue la que me llevó a quedarme en Valencia cuando podría haberme ido fuera.

¿Lo dice con algo de nostalgia?

No, no. Al contrario. Después de los diez años que he pasado aquí, la decisión fue la adecuada porque a Baraja se le identifica con el Valencia y para mí eso es muy importante.

Los aficionados le quieren montar un altar, los ultras piden que se retire su número, los progres le dan homenajes...A este paso le van a pedir que acompañe a un partido político en su próxima lista electoral. Y viniendo de Valladolid...

(Ríe). No creo que eso suceda aunque me guste estar informado de lo que pasa en política o me interese saber qué pasa en el mundo. Siempre me ha interesado escuchar opiniones y ahora creo que es un momento en el que todos debemos estar muy bien informados. La situación económica es dura y hay que tomar decisiones.

A Carboni no le fue mal dejándose querer y, a lo mejor, puede aportar soluciones igual que repartía juego.

Ahora lo importante es tener los pies en el suelo. La evolución de la vida ha ido muy deprisa y en un momento dado nos hemos dado cuenta de que estábamos viviendo por encima de nuestra posibilidades, pero lo peor es que nadie se dio cuenta hasta el tortazo final.

¿No me diga que ahora lee antes la prensa económica que la deportiva?

No soy un gran conocedor de la bolsa, ni de la economía mundial, pero sí me gusta saber por dónde van los tiros.

Pues ya que se ha puesto, ¿cómo estaremos dentro de diez años?

Supongo que este parón nos llevará a que no sólo nos controlemos más sino a que los pasos políticos y económicos sean más responsables.

Reflexiona sobre economía pero usted también ha sido números para su empresa.

Evidente. Cuando estás involucrado en un proyecto deportivo sabes que tienes un principio y un final, pero también es cierto que en empresas de esta categoría se viven emociones y el compromiso suele ser distinto al de un trabajador normal. El Valencia es un vínculo afectivo entre jugadores, club, aficionados...

Y ya que todos se bajan el sueldo, y la situación es la que es, saber que los de la selección se pueden llevar 600.000 por cabeza, pues no sé que quiere que le diga por mucha emoción que nos den. Si hablamos de clubes hay que adaptarse a las circunstancias de cada uno. En un momento dado me pidieron que rebajara mi contrato y no pasó nada porque el club tenía una necesidad.

Aún así las cifras marean.

Si el futbolista cobra grandes cantidades es porque las genera. Los clubes son entidades en las que pesan las emociones, los aficionados quieren a los mejores jugadores y eso cuenta dinero.

Decía antes que dejará de jugar si rebaja su listón de exigencia. Concrete.

Si no tengo claro lo que ofrecen o no me gusta la idea deportiva, pues borrón y cuenta nueva. Las cosas se hacen por convicción y siendo consciente de que llega un momento en que la vida profesional se acaba.

¿Ha visto ese abismo aunque sea en pesadillas?

Supongo que como cualquier persona que lleva muchos años realizando un trabajo que ha sido su vida. Digan lo que digan, a todos le cuesta dejar de hacer su rutina.

Veo que sí le ha dado vueltas.

Sí. El fútbol también es una forma de vida en todos los sentidos y has de cumplir unos objetivos. Si vas a dos mil por hora y tu vida se para de repente, entonces ves el abismo y hay que pensar en otras cosas.

¿Cómo qué?

Lo más difícil después de jugar es encontrar algo que te pueda motivar al mismo nivel. Ya sé que es complicado, pero dentro de lo que rodea al fútbol hay facetas en las que puedo verme involucrado.

¿Entrenando, por ejemplo?

Es una posibilidad. Creo tener posibilidades de poder aprender a entrenar. Es muy fácil decir: "yo quiero ser entrenador", pero para serlo hay que estudiar, prepararse y valer.

Si lo consigue, al menos, no sea tan aburrido y retórico como algunos.

Es que, en cierto modo, lo que rodea al futbol es todo muy tópico y típico. Me pongo en la piel del entrenador y contestar lo mismo cada dos días pues... Además, los que vivimos en el fútbol estamos sometidos a una presión mediática y hay que tener mucho cuidado con la que hacemos y decimos.

¿Algún reproche?

Nunca he tenido problemas importantes. Creo que he sido disciplinado, ordenado, responsable y honesto. Pueden decir lo que quieran, pero he he ido pleno y completo. No me llevo nada negativo con nadie.

¿Ni cuando acabó medio equipo sentado en el banquillo de un juzgado?

Seguramente fue el momento más delicado que me ha tocado vivir. Fue duro y triste.

¿Siempre ha sido así de responsable?

Sí, desde pequeño. Quizás por la educación de mis padres, que fue exigente y estricta, o porque era el mayor de tres hermanos y eso condiciona ya que te conviertes en referente.

¿A qué se refiere cuando habla de estricta y exigente?

Mis padres siempre me inculcaron que no olvidara mi formación académica. Era buen estudiante. Sólo que llega el momento en que el nivel profesional no permite compaginar dos caminos tan divergentes.

Nunca es tarde para engancharse de nuevo. Elija carrera.

Me hubiera decantado por la rama biosanitaria. Hacerlo ahora es algo que también se me ha pasado por la cabeza. Como antes decía, mi vida puede cambiar.

¿Después de diez años en Valencia para qué se quiere mover de nuevo?

De hacerlo sería transitorio. Valencia es mi casa. Aquí tengo mi vida hecha, están mis amigos, mi familia y me siento muy bien. Es donde me he desarrollado como persona.

Viniendo de una sociedad tan cerrada como la castellana ¿qué le ha enseñado la valenciana?

Me costó mucho adaptarme. Pero ésta es una sociedad que sabe vivir y disfruta de la vida. Es una ciudad muy luminosa, con mucha vida en la calle. Ésta es una sociedad que da la posibilidad de ser uno mismo.

¿Tiene algún rincón especial?

Muchos. Disfruto paseando. Me gusta el Ensanche. Vivo aquí y me mezclo con la gente. En el barrio soy uno más. En serio. No me preocupa la presión de la calle.

¿Se ha emborrachado de mundial?

A trozos. Cosas puntuales. He seguido a España. Y he de decir que los cuatro que podrían haber llegado a la final han sido lo mejor.

No sé si tiene la sensación que desde el último mundial el fútbol ha cambiado.

Los mundiales son muy especiales y hay que llegar con las ideas claras para conseguir el objetivo. Lo que sí es verdad es que España ha dado un salto. Pero puede que en este Mundial todos hayan jugado a no perder.

¿Cree realmente que Maradona daba órdenes a Argentina o eran los propios jugadores los que se ordenaban?

Es que un entrenador también ha de saber ajustarse a las características de un equipo y gestionar los caracteres de sus jugadores. Si tienes un equipo en el que los jugadores saben como manejar un partido, el entrenador es relativamente importante, pero ahí llega su capacidad para gestionar el aspecto psicológico. Ese es Mourinho. Él es un gran motivador y es lo que le ha llevado la éxito, al margen de haber tenido buenos equipos. Pero hay entrenadores que los han tenido y no lo han conseguido.

¿No estará pensando en Koeman?

No,no. Las ideas de Koeman no cuajaron con la filosofía instaurada. Si llega un entrenador y rompe con todo puede salir bien o mal. En su caso salió mal. Pero un jugador no tiene tanto poder para tirar a un entrenador. Piensa en jugar. Evidentemente, tiene peso en un vestuario y la jerarquía dentro de él es necesaria e importante.

El otro día Villa decía que tenía en su cuarto posters de Guardiola. ¿Y usted?

Nunca he sido mitómano, ni he tenido grandes ídolos. No he sido un fanático.

¿Cree que Silva funcionará en el City?

Silva es un jugador con un talento excepcional, de los que no existen.

¿Y Villa le ha salido barato al Barça?

Ha sido un buen traspaso.

¿Ahora que está fuera por qué no confiesa en qué se ha equivocado el Valencia?

La lástima para el Valencia es no poder mantener un jugador como Villa. Cuando entre 200o y 2005 el equipo estaba ganando títulos ningún jugador se planteaba irse. Estábamos al mismo nivel que Madrid o Barcelona. La lástima es que durante los cuatro o cinco años que ha estado Villa no hayan podido darle ese mismo proyecto deportivo. Si hubiera ganado títulos no hubiera planteado irse.

Más bien diría yo que lo que no se ha conseguido es estabilizar un proyecto con tanto baile de presidentes, iniciativas dispersas y, sobre todo, tanto lío.

Eso por supuesto. Es a lo que me refería. A partir de 2004/05 la entidad lo único que ha tenido ha sido altibajos. No se ha hecho una buena política deportiva y, al final, el equipo no ha estado donde tenía que estar.

Suena a frustración.

No, aunque este equipo se podría haber gestionado mucho mejor. Su futuro es muy diferente. Los presupuestos son inferiores y los objetivos distintos.

¿Tiene la sensación de que parte de su vida ha pasado por delante de usted sin que se diera cuenta?

Por supuesto, aunque todo lo que he hecho ha sido muy a gusto. Pero sí, tengo la sensación de que hay cosas que ha pasado ya por delante de mi vida. Por ejemplo, poder tener una mejor formación académica o más tiempo para haber viajado en familia. Viajar es mi pasión, pero un deportista de alto nivel vive en una burbuja que sólo le deja pensar en lo suyo.

Ya que es viajero ¿qué país me recomienda para las vacaciones?

Cualquier país que puede tener una cultura y forma de vida diferente a la nuestra. Me sorprendió la alegría de Cuba pese a sus dificultades.

¿Qué se guarda?

La camiseta del último día y el brazalete.

¿Se moja?

¡Claro! ¡Me voy a ver la final! ¡Ganamos seguro!