La otrora número uno del mundo, la serbia Ana Ivanovic, regresó, diecinueve meses después, a la final de un torneo del circuito femenino, tras superar a la italiana Roberta Vinci (6-3 y 7-5) y llegar al último partido del torneo de Linz, cuyo título buscará ante la suiza Patty Schnyder. Ivanovic, actualmente situada en el puesto 21 del ránking WTA, había disputado su última final en marzo de 2009, en Indian Wells, que perdió ante la rusa Vera Zvonareva.

La de Linz es la decimotercera final de su carrera. Y ahora pretende romper la sequía de más de dos años y medio sin éxitos. Desde que ganó, también, en Indian Wells en 2008, con la conquista de su noveno título. La serbia, que se retiró durante una temporada de la competición poco después de haber estado en la cima del tenis femenino, en junio del pasado año, había firmado sus mejores actuaciones en el presente curso en los torneos de Brisbane, Roma y Cincinnatti, donde alcanzó las semifinales. Ivanovic, que tardó setenta minutos en superar a Roberta Vinci, buscará su segundo título en Linz, donde ya ganó en 2008. Se enfrentará a Patty Schnyder, que terminó con la última favorita superviviente en el torneo, la alemana Andrea Petkovic, sexta cabeza de serie, por 6-2, 4-6 y 7-5.

Ivanovic buscará así volver a reinar en el tenis mundial recuperando el trono que ahora posee Caroline Wozniacki. La situación parece la propicia pues la serbia está en un gran momento de forma. El primer paso es vencer en la final de hoy.

Federer-Murray en Shanghai

Los que también disputarán hoy una final serán Roger Federer y Andy Murray. Revivirán su tercer duelo del año, marcado por la final del Abierto de Australia para el suizo, y la Toronto, donde el británico logró doblegarle. En semifinales, Federer se impuso al serbio Novak Djokovic, por 7-5 y 6-4, en una hora y 42 minutos. Antes, Murray derrotó a Juan Mónaco por 6-4 y 6-1 en una hora y 25 minutos, y puso fin a la gran semana del argentino en este torneo.

La final tiene ya premio para Federer. El suizo se ha vengado de Djokovic, con quien cedió en las semifinales del Abierto de EE.UU. y además, pase lo que pase en el partido de hoy, mañana recuperará el segundo puesto de la clasificación mundial, perdido en aquel duelo maratoniano en Flushing Meadows contra el serbio. El suizo y el británico se presentan en la final sin haber cedido un partido esta semana, con Murray liderando los enfrentamientos por 7-5. El de Dumblane, que acabó antes su partido contra Mónaco, expresó que ambos posibles rivales eran apetecibles, pero el nombre de Federer estaba en su mente, y que sabía ya de antemano como jugarle, de la misma forma en la que le derrotó en Canadá.

Murray sacó ventaja de su mayor experiencia en estas rondas finales y de su mayor frescura física para vencer a un combatido Mónaco que no estaba acostumbrado a disputar tantos partidos seguidos, y que llegaba a las semifinales de un Masters 1.000 por primera vez en su carrera. El jugador de Dumblane se ha colocado en la final sin ceder un solo set, fresco y sin fisuras. Duelo por todo lo alto el que se disputará hoy en Shanghai entre dos de los mejores tenistas del mundo en este momento.