Todo era nuevo ayer en Montcada. Y atractivo. En los prolegómenos, el conseller Serafín Castellano entregó una placa de reconocimiento a los cinco campeones históricos. Todos fueron ovacionados pero sólo Genovés tuvo el honor de ser recibido con el público puesto en pie. El gran campeón no ocultó su emoción y lanzó un gesto de abrazo a los aficionados.

El trinquet

Impactante el Trinquet que a partir de ahora acogerá los grandes eventos de este deporte. Y el impacto es más intenso en directo que en la propia televisión, donde, la verdad, aparecieron excesivos reflejos, inevitables porque los cristales de los rebotes y la careta actúan como espejos. Los rebotes de vidrio, espectaculares, a pesar de que, en principio parecieron perturbar la posición de los jugadores. Sólo fue en los dos primeros juegos.

El rojo de la cancha no acaba de combinar en esta obra. ¿Por qué no azul como las paredes? Paredes y piso azules no parecen incompatibles por lo que se vio en la instalación de One Wall de Massamagrell. En todo caso la pilota ha dado un salto espectacular con esta instalación. Las imágenes en televisión mostraban un lleno espectacular. Y en materia de repeticiones, nuevos ángulos y nuevos planos muy hermosos.

La pared de vidrio no influyó negativamente en el desarrollo del juego, ni siquiera en el sonido de la pelota. El público ocupó la escalera de juego, como se ha hecho siempre. Probablemente para la televisión sería mejor una escalera libre de aficionados pero son muchos los que quiere vivir de cerca cada golpe. Y se trata de algo consustancial al juego.