­Se da por supuesto que la polémica suscitada en torno a Sara Carbonero y sus, aparentemente, desustanciados comentarios desde el terreno de juego es un arma buena y mala para la familia de Mediaset: cualquier cosa que se salga de la rutina aumenta el interés y el morbo. Pero algo debió pasar desde el anterior partido de la selección española. Si el latiguillo «Gracias, Sara» se había convertido en sinónimo de esa falta de tino, anoche éste no lo pronunció ninguno de los comentaristas que dirigían la transmisión. Expresión tabú. Más aún, daba la sensación de que había un esfuerzo por remarcar que éste o aquel comentario había sido realizado a o por Sara Carbonero.

Y eso que la transmisión de Telecinco duró más de tres horas. Cada uno puede sacar las conclusiones de donde hay broma o segundo sentido. El caso es que la periodista apareció una de las veces junto a las mascotas de la Eurocopa haciéndole gestos amables, a lo que ella dijo que «son bastante más amables que vosotros».

Antes de empezar el partido se hizo un comentario amable mientras se reproducía en imágenes un balón perdido que estuvo a punto de impactar en su cuerpo.

Un análisis mínimamente objetivo demuestra que, si no lo hizo en anteriores ocasiones, anoche sí que llevaba una buena ficha de datos. El número de goles marcados por Xabi Alonso con la selección, el hecho de que Ribery ya sabía lo que es marcar gol a Casillas, que Francia y España comparten palmarés (campeón de Europa, del mundo y olímpico, dato éste poco conocido). Hubo algún cachondeo con la «tranquilidad» que dijo que tenía el banquillo porque desde arriba aseguraban estar temblando.

Eso sí, durante las entrevistas al acabar el partido, le hizo una pregunta-pedrada a Rami, al decirle, de sopetón, que Francia llevaba muchos torneos sin hacer algo importante. Y se lo preguntó sin anestesia. Tampoco era eso.

Remató entrevistando durante varios minutos a Casillas. Esta vez sí, no como contra Croacia, que lo hizo Juanma Castaño. Todo muy profesional. Si hubo «toque de atención», se notó.