Las estrecheces financieras no están reñidas con el carácter y la personalidad. Al reencuentro de esos valores, singulares y genuinos, se encamina el Valencia del futuro, que aspira a tener un mayor protagonismo de jugadores valencianos, de la casa. En esa búsqueda, el club quiere que dos futbolistas criados en Mestalla vuelvan a servir a la causa blanquinegra. Uno es Míchel Herrero, que en una fulgurante media temporada con el Levante UD ha eliminado el escepticismo que existía en torno a sus prestaciones.

El club de Mestalla hará efectivo la opción de recompra, cifrada en medio millón de euros, para que el mediocentro de Burjassot regrese la próxima campaña al Valencia. Míchel, de 24 años, irrumpió en 2008 en el primer equipo del Valencia con Unai Emery en el banquillo. La falta de continuidad le llevó a ser cedido al Deportivo de la Coruña primero, donde sufrió una grave lesión de rodilla, y posteriormente al Hércules, antes de recalar en el Levante UD, donde su fútbol técnico y ofensivo ha alcanzado madurez y reconocimiento.

La otra apuesta, más compleja, es recuperar a Raúl Albiol, como informaba en su edición de ayer el periódico Superdeporte. El central internacional de Vila-marxant no cuenta para José Mourinho, que cada vez ha ido otorgándole menos oportunidades. Procedente del Valencia, que le traspasó por 15 millones, Albiol debutó a gran nivel en su primera temporada en el Real Madrid, curso 2009/10, con Manuel Pellegrini en el banquillo, formando pareja defensiva con Garay tras la grave lesión de Pepe. A pesar de no perder su condición de internacional, con la llegada de Mourinho su protagonismo ha ido difuminándose, con la competencia de Carvalho en la campaña 2010/11, y con posterioridad por la llegada de otros fichajes, como el francés Varane, o por la consagración de Ramos como central.

A sus 27 años y con contrato hasta 2017, Albiol está en el mejor momento de su carrera y ha reunido la experiencia suficiente para liderar un centro de la defensa necesitado de referentes. El problema no es otro que económico. El Valencia, ante la imposibilidad ofrecerle su sueldo actual en el Madrid, podría apostar por un contrato largo de cinco años. El incierto futuro de José Mourinho en el club "merengue", y la competencia de otros clubes interesados, son los otros condicionantes de una delicada operación. Volver a casa es la baza con la que puede jugar el Valencia.

Respecto a Míchel, sus representantes no tenían conocimiento de la intención del Valencia en repescar al jugador, y se cree que aún es pronto para determinar el futuro del jugador, aunque la naturaleza del acuerdo con el Levante UD estaba encaminada a que el club blanquinegro tuviese prioridad para recuperarlo. De momento, desde su entorno se quiere que, como hasta ahora, el centrocampista se concentre en el día a día con el club "granota", sin que se altere ni su rendimiento ni su proyección.

Un equipo reconocible

El desencanto de parte de la grada con el actual proyecto reside en la supuesta falta de compromiso de la plantilla. Como muestra se toma la goleada encajada contra el Málaga (4-0), en la que el once valencianista estaba compuesto por diez futbolistas extranjeros y un español (Barragán). Más que en el debate sobre el número de extranjeros en un club que ha tenido en Waldo, Kempes, Claudio López, Ayala o Carboni a históricas estrellas, desde el club se quiere que futbolistas valencianos como Guaita y Soldado se consoliden como abanderados de un proyecto más cercano y que la afición note más suyo. El Valencia también está pendiente de la evolución de las negociaciones para la renovación de Iborra con el Levante UD. El de Moncada acaba contrato en 2014 y tiene una cláusula de seis millones. Con Albelda en la recta final de su carrera, se le considera tras Busquets, Javi Martínez y Bruno uno de los mejores mediocentros. Todo sin descuidar la cantera, en la que despuntan con firmeza valores como Alcácer, Gayà, Bernat, Portu, Salva Ruiz o Carles Gil.