El Cimberio Varese provoca respeto, y mucho, en el cuerpo técnico del Valencia Basket. Chechu Mulero y Velimir Perasovic advertían ayer de la dificultad del conjunto italiano, con una línea exterior potente y anotadora. "Tendremos que sacar el mejor baloncesto para ganar", señalaba Perasovic. Dispone el equipo que dirige Fabrizio Frates de tres estadounidenses "muy rápidos y muy atléticos: Coleman, Clark y Ere. Todos con mucha potencia y mucha capacidad anotadora". Mulero apuntaba, además, que tiene el Varese '4' abiertos, que les permite practicar un baloncesto muy abierto. "Tiene a dos cinco muy trabajadores y que hacen muy buenos bloqueos y continuaciones", incidía Perasovic.

"La defensa va a ser clave como siempre", repetía el entrenador balcánico, quien también recordaba que la Eurocup presenta grandes diferencias con la liga ACB. "Es una competición diferente que la nuestra y en este sentido hay equipos que no se adaptan, que tienen problemas en competiciones europeas". "Es un baloncesto diferente el que se juega en cada país y cada partido puede ser muy peligroso si uno no juega bien. Nosotros lo hemos vivido en nuestra carne en Ljubliana", comentaba Perasovic.

Vladimir Lucic no se conforma con un papel secundario en el Valencia Basket. Sus números, en tres partidos de liga y dos de Eurocopa, andan lejos de lo que en él es habitual, de ahí una insatisfacción no disimulada. El alero serbio confesó ayer que le gusta todo en su nueva etapa en Valencia, a excepción de su aportación al equipo, que considera muy pobre. "Estoy feliz con todo. Contento con el club y con todo lo que le rodea. Honestamente lo único con lo que no estoy satisfecho es con mi rendimiento pero espero que lo antes posible sea mucho mejor", manifestaba el jugador, consciente de que deslumbró en el partido de presentación contra el Cajasol para mostrarse muy apagado en los compromisos posteriores. Con 5 campeonatos serbios en el Partizan (2009, 2010, 2011, 2012 y 2013), 4 copas de Serbia (2009, 2010, 2011 y 2012) y 4 Ligas Adriáticas (2009, 2010, 2011 y 2013), Lucic cerró la pasada temporada como el más destacado de su equipo. Una media de catorce puntos y cinco rebotes en 33 minutos de juego hablan de su protagonismo en el Partizan. Sus promedios en Valencia andan aún muy lejos de esos brillantes registros firmados en su país.

Lucic, que se perdió este verano el Eurobasket de Eslovenia por una hernia discal, trataba de achacar ayer su actual "bajón" de juego a la lesión. "Creo que es normal tener altibajos después de haber estado parado tres meses por la lesión en la espalda, pero espero jugar de la manera que sé tan pronto como sea posible", manifestaba. Su exhibición ante el Cajasol, con 16 puntos anotados, y un baloncesto eléctrico, supuso una grata noticia. Sin embargo, el propio Velimir Perasovic advertía minutos después de que el nuevo fichaje, la gran apuesta del cuerpo técnico este verano, había jugado seguramente "sobreestimulado" tras los meses de inactividad, y que aún estaba lejos de alcanzar su nivel. No se equivocaba el técnico croata en sus vaticinios.

Lucic defendía ayer que es cuestión de "tiempo y paciencia" volver a ser el que maravillaba con el Partizan y la selección de Serbia. "Creo que es cuestión de un par de buenos partidos y podré recuperar mi mejor versión", señalaba. Con Pau Ribas y Bojan Dubljevic lesionados, las rotaciones se estrechan y esta noche, contra el Cimberio Varese, puede ser el trampolín idóneo para el definitivo despegue de Lucic. El Valencia Basket, además, no puede permitirse muchos más pasos en falso tras la derrota de la semana pasada en casa del Olimpija Liublijana. "Es un partido muy importante. Esperamos un partido muy duro" comentaba ayer. En cualquier caso, Lucic, aseguraba con rotundidad: "Estamos preparados".