Serhiy Lishchuk (Rivne, Ucrania, 1982), es un tipo preocupado por expresarse correctamente en castellano. Ayer, tras responder a las preguntas de los periodistas, y ya retirado de los focos, lanzaba un profundo suspiro y pedía una primera valoración de su pronunciación a Pau Ribas. Pese a sus dudas, había dejado muy claro su objetivo para esta temporada. "Quiero ganar una Copa, quiero ganar algo en el Valencia Basket", lanzaba con una contundencia inesperada. El jugador ucraniano, lejos de mostrar dudas al interrogarle sobre tal afirmación, volvía a incidir en ello, argumentand0o el porqué de ese título, y no otro. "La Copa del Rey es a un partido, si tienes un buen día puedes ganar a cualquiera", explicaba. La liga, por contra, "es muy complicado". "Tienes que derrotar al Barcelona o al Real Madrid en más partidos", comentaba.
Lishchuk se mostraba ayer satisfecho con el inicio de temporada propio, pero sobre todo con el del equipo. "A ver si podemos continuar con esta buena racha. A mi no me preocupan mis números y mis rebotes, sino ayudar al grupo", aseguraba. El pívot ucraniano aprovechó para deshacerse en elogios hacia su nuevo compañero y compatriota, Oleksiy Pecherov. "Es un muy buen profesional y buena persona, voy a tratar de ayudarle para que se integre lo antes posible", adelantaba. Lishchuk destacaba de Pecherov, que ayer pasó las pruebas médicas y firmó su contrato, aportará mucha experiencia. Algo que agradecerá un equipo mermado por las bajas de Dubljevic,Ribas y Triguero, y a las que se sumó el domingo la de Lucic, con un tobillo tocado y que no viajará a Lyon.
