Con «Karim Benzema, Gareth Bale, Morata e Isco marcaron con ahínco»: cinco golazos a un Almería desaparecido. No es difícil ganar así pero hay que hacerlo demasiadas veces. La Liga se ha convertido en una rima consonante repetida una y otra vez. ¿Nos queda la Champions? ¿Nos queda la selección? ¿Nos queda el tenis? ¿Nos queda la petaca?

Con «Ancelotti nos hizo pegar más de un brinco»: Ancelotti todavía no sabe bien qué narices quiere hacer con el equipo. Por eso, no parece nada loco que experimente en partidos con equipos como el Almería. El nuevo doble pivote parecería una locura, con los dos vascos sin testear, pero quizá este fuese el momento perfecto: a más débil el rival, más probaturas. Bien.

Con «a Cristiano le pusieron un vinco»: Quien no sepa qué es vinco, que lo mire (1. m. Anillo de alambre que se pone en el hocico a los cerdos para evitar que hocen.). Eso fue la lesión del principio de la primera parte: un algo que le pusieron a Cristiano para evitar que lo que hace normalmente. Tremendo el portugués y tremenda suerte que no desaparezca un tiempo por una lesión.

Con «el Almería parecía un esquinco»: Hacer rimas tiene estas cosas, lo siento. (m. Reptil saurio de cuerpo muy alargado, cuello corto y extremidades muy reducidas). Cuerpo alargado (once jugadores), cuello corto ( goles) y extremidades reducidas (cero en movilidad).

Con «el doble pivote no debería ser un ornitorrinco»: El pivote de Alonso e Illarra funciona. Ancelotti debería seguir amarrando al equipo donde más flojea, en la construcción del juego. Se vio otro Madrid€ pero ante el Almería€ claro. Con «en determinados momentos, el Madrid hizo un buen tinco»: El golpeo final del equipo blanco (un tinco es la forma de golpear las chapas o las canicas con el dedo más uña) parece demoledor.