El inversor interesado en el Valencia CF no solo deberá acreditar que puede asumir la doble deuda de la sociedad anónima (215 millones) y de la Fundació (90), además deberá explicar de forma detallada «los motivos por lo que está interesado en el proceso». Tendrá que presentar una descripción, también, de la estrategia que persigue para el club, un plan de negocios, así como sus intenciones para la finalización del estadio y otros aspectos relevantes para la gestión de la entidad y el equipo. Con las catorce condiciones impuestas por KPMG en la hoja de ruta para la venta, se busca neutralizar cualquier acercamiento de canditatos poco fiables. A trece días para que expire el plazo límite fijado para la presentación de «ofertas», desde Bankia se insiste en que las acciones no están en venta. Solo la deuda, aunque en uno de los puntos del documento confidencial enviado a los interesados, KPMG requiere a éstos que expresen su potencial interés en la adquisición de los títulos en poder de la Fundación del Valencia.

Desde el anuncio oficial por parte de Bankia de que la única solución para el club de Mestalla pasaba por la inyección económica de un inversor, las relaciones entre acreedor y entidad deportiva se han tensado enormemente. Amadeo Salvo anunció primero que tenía la salvación en la figura del empresario singapurés Peter Lim „cuyo proyecto se ha presentado en Bankia pero no en KPMG„, y hace unos días comunicó que contrataría a una asesoría jurídica para vigilar la subasta «y velar por los intereses del valencianismo». Fuentes de la entidad bancaria insistían ayer en que el único objetivo que persiguen es garantizar la viabilidad del club, y que los plazos previstos en el proceso de venta podrían acortarse si se presentara «una oferta espectacular».

Los requisitos de KPMG, todos muy técnicos, obligan además a una descripción completa del comprador, con detalles de quién participa directa o indirectamente en el accionariado de su empresa, así como su experiencia en el sector o su experiencia previa en procesos similares. La consultora de Bankia, como ya publicó Levante-EMV, descarta fondos de inversión por lo que reclama «la confirmación de que usted está actuando como director de su propia cuenta y no como un agente o corredor de cualquier otra parte», así como una declaración de que se está «interesado en la adquisición de los créditos», y una indicación del precio total en euros que se está dispuesto a pagar a Bankia para quedarse con los préstamos. KPMG insiste a lo largo de su documento en que se ha de acreditar por todas las vías financieras y legales «de la solvencia del candidato». Solo cuando «las ofertas indicativas no vinculantes» superen la primera fase, «tendrán acceso a información detallada del club» tanto económica, como del funcionamiento diario, incluso con una posible visita a los estadios para ver su organización. KPMG insiste en que bajo ninguna circunstancia los inversores pueden contactar con el club, sus accionistas, o clientes relacionados con el club, aspecto que Lim ha incumplido al llegar de la mano de Salvo.