Sumar un punto de nueve recomienda una reflexión que a buen seguro realizará Pizzi en las próximas horas. El equipo resucitó con el preparador argentino cuando se retaba con conjuntos netamente inferiores, quitando de esa memorable victoria en el Camp Nou. Pero ahora, en la recta final del campeonato es cuando más se necesita la energía del Lagarto. Anoche en Anoeta se vio algo parecido a aquellos primeros duelos con Djukic. El Valencia tiró muy poco, estuvo atascado en la creación y volvieron los agujeros defensivos en los momentos más inadecuados. Así que el objetivo de meterse en Europa se complica, pese al gran concurso continental con la probable eliminación el jueves del Ludogorets. Momentos peores ha tenido la entidad de Mestalla en estos intensos 95 años que cumple mañana. Y aunque ahora se mire con la perspectiva presente de crisis social y deportiva, seguro que remonta el vuelo. El Valencia es por méritos propios uno de los mejores clubes europeos, con una historia repleta de trofeos y una afición desengañada, pero fiel. Los acontecimientos actuales no invitan al optimismo, precisamente, pero la confianza en un futuro mejor es consustancial en la cátedra blanquinegra. Durante casi un siglo han pasado cientos de jugadores y unos cuantos dirigentes. Unos mejores que otros; sin embargo, la grada siempre ha estado unida en las ocasiones más importantes, para lo bueno y lo malo. Por tanto, de las crisis se sale más reforzado, con la clara convicción de no volver a tropezar con la misma piedra. En cualquier caso, lo que tenga que pasar, hablo de la venta del club, que sea lo antes posible para preparar con más criterio la próxima campaña.

Preocupante. Hoy hace un mes, y dos días, que un energúmeno lanzó un bote de gas lacrimógeno en El Madrigal. Un acto vandálico que se saldó con 6.000 euros de multa para el Villarreal y el apercibimiento de cierre del estadio «groguet». Sin embargo, nadie ha podido identificar y detener al sujeto que pudo haber causado una tragedia cuando solo faltaban tres minutos para el final entre el «submarino» y el Celta. Un descuido que habla muy poco a favor de las medidas de seguridad de uno de los campos de la liga de las estrellas.

Reconocimiento. El espectáculo de esta temporada está en La Fonteta. El Valencia Basket lleva camino de firmar una gran campaña; mientras tanto, ha conseguido que la afición «taronja» crezca con satisfacción. Nadie negará ahora la falta que hace un pabellón nuevo en la ciudad, que se ha quedado sin un solo partido del Mundial de Baloncesto de este verano.