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Ondara presumía en otros tiempos de poseer el trinquet más moderno de toda la geografía valenciana. Se inauguró el 23 de noviembre de 1956. Se diseñó con iluminación. La tuvo antes que la del campo de fútbol de Mestalla. Se bautizó el trinquet con un nombre sonoro: Las Delicias. Emilio Ferrando fue el impulsor de aquella magnífica instalación en la que se anunciaron los grandes de la época. Tuvo una vida muy intensa. El «Tio Emilio» era un hombre con influencias. Sabía relacionarse, no en balde presumía de haber sido el primer soldado del Ejército Nacional, o sea, de Franco, que entró desfilando en la capital valenciana.

Seguramente por ello era habitual en su trinquete la presencia de gobernadores y gentes de orden. Y seguramente por eso, las imágenes del NO-DO se acercaron hasta este «enclave alicantino» para ofrecer las únicas imágenes de este deporte que se emitieron en el él durante toda su existencia. Aparecía un joven Rovellet. Algo es algo.

El Trinquet de Las Delicias no tuvo larga vida. No parece que la iluminación fuera salvoconducto para garantizar su futuro ante la presión de los valores inmobiliarios de los años sesenta.

Y Ondara se quedó con un trinquet, el inaugurado a inicios del siglo XX y que ha llevado una vida quebradiza; con épocas muy activas y otras de decaimiento. En dicho trinquet se formó una leyenda como Peris de Ondara, allá por años veinte del pasado siglo. El hombre que quiso exportar los trinquetes valencianos fuera de nuestra tierra encontrándose con indiferencias mayores que las que ya había en su propia tierra. Y una población que ya había acogido legendarios desafíos en las calles como cuentan las crónicas periodísticas del siglo XIX… hubo de esperar a los tiempos de Albert, para disfrutar de un profesional de primer nivel.

Ese trinquet estaba agonizando hasta que la creación de un activo club ha permitido regenerarlo con una amplísima actividad en la modalidad de «raspall». Han participado en competiciones de todo tipo y de todas las categorías. Han conseguido revivir la afición entre las nuevas generaciones haciendo buena aquella descripción de Millo: la pilota es planta silvestre que se mantiene firme a pesar de escasos cuidados. Hoy encontramos el inicio de las obras de rehabilitación, comenzadas esta misma semana y que le convertirán en una instalación digna, sin lujos, pero adecuada para acoger las mejores partidas.

La comarca de La Marina Alta gana un nuevo recinto acogedor. Y ha sido gracias a la labor de un club. Exactamente igual que lo ocurrido con el club de Oliva y el nuevo y flamante trinquet, que se inaugurará en breve. O como en Moixent, con una nueva cancha que se inaugurará en unas semanas. Ya no se hacen instalaciones, como hizo el Tio Emilio para buscar un negocio. Se hacen pensando en fomentar el deporte entre las nuevas generaciones, con el sustento de la vida de un club. Es la garantía de que nuevas presiones inmobiliarias no acaben con trinquetes como el de Las Delicias.

Soro III recibe su merecido homenaje

El pasado viernes un centenar de personas se reunieron en Massamagrell para homenajear al pelotari local Soro III que hoy encabeza el escalafón profesional. Miguel Bailach, alcalde de la localidad, presidió el evento al que asistieron directivos del club, jugadores profesionales, todos los ex campeones desde los tiempos de Batiste, el Soro I; amigos y aficionados. Una cena de camaradería en la que Muedra, Salva, Oñate, Héctor II y Soro III, entregaron camisetas firmadas que lucirán en las dependencias del minitrinquet municipal.