El patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, se ha atribuido la «culpa» de permitir que el equipo Manor, heredero del Marusia y que la pasada semana fichó al piloto valenciano Roberto Merhi, acudiera al Gran Premio de Australia. Según dijo el máximo responsable del Mundial, el equipo «no tenía ninguna intención de correr» ni habría podido hacerlo en Melbourne Park aunque tuviera «una ametralladora apuntando a sus cabezas».

Manor, finalmente admitido en el Mundial pese a sus problemas económicos, acudió al Gran Premio de Australia, donde Roberto Merhi soñaba con debutar en la Fórmula 1, pero no pudo rodar ni una vuelta en todo el fin de semana por problemas con el «software» de sus monoplazas.

«Nunca jamás deberíamos haber permitido a Manor que hicieran lo que hicieron. Es nuestra culpa. Ya predije que esto pasaría. No tenían ninguna intención de correr en Australia. Cero. No podría haber corrido ni aunque alguien hubiera estado apuntándoles a la cabeza con una ametralladora», lamentó Ecclestone en declaraciones a Reuters.

Después de lo ocurrido, el británico advirtió de que Manor «tendrá que pagar» por lo ocurrido en la primera carrera de la temporada, sin especificar más detalles de las posibles represalias. La escudería llegó «in extremis» a la cita inaugural de la temporada y se encontró con dos grandes problemas: todos sus discos duros estaban borrados y el motor Ferrari tenía problemas de compatibilidad.