El presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera, trasladó ayer a Jaime Amorós, propietario del trinquet de Pelayo, y a José Luis López, presidente de honor de la Federació de Pilota y aspirante a la compra del recinto, su «preocupación» por «la ralentización de un acuerdo que pueda satisfacer los intereses del titular y del arrendatario». Morera transmitió su inquietud en sendas cartas enviadas ayer y a las que tuvo acceso Levante-EMV. Las negociaciones entre Amorós y López se han retomado esta semana después de estar al borde de la ruptura total.

Morera mostró su temor de que Pelayo, recinto deportivo en activo más antiguo de Europa, «cierre su actividad después de tantos y tantos años». Un desenlace que conllevaría «perjuicios», no sólo «para pilotaris y aficionados» sino también para el propio Amorós como titular de la propiedad por «la pérdida significativa e inmediata de valor patrimonial» del trinquet. En este sentido, hay que destacar que Pelayo es un inmueble cuyo único uso posible actual es para el juego de pilota, no es edificable y no tiene posibilidades de ser destinado a un proyecto urbanístico. Del mismo modo, el cierre acarrearía otras consecuencias, ya que sería muy complicado volver a obtener la licencia de actividad si no se acometieran mejoras, de tipo higiénico y de seguridad, en algunas de las actuales condiciones del trinquet.

«Urge solución negociada»

En sus misivas Morera reclama que más allá «de los legítimos intereses en juego, que deben respetarse», ruega a las partes «que intenten avanzar urgentemente en una solución negociada». Se debe atender, en su opinión, «no sólo al interés particular sino también al interés ciudadano para mantener la programación ordinaria de partidas». Una actividad que propiciaría «abrir la posibilidad de modernizar y adecuar en un futuro próximo sus instalaciones a los tiempos actuales».

Por lo demás, Morera se ciñe al espíritu del pasado 7 de julio, cuando en su primera audiencia como presidente de la Cámara, y junto a los miembros de la Mesa y los Síndics de los distintos grupos parlamentarios, «tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano» las propuestas para «fortalecer y desarrollar» el juego de pilota como «expresión cultural» y «señal de identidad de nuestro pueblo». En el encuentro quedó de relieve «el interés por continuar la gestión llevada a cabo durante décadas por la familia Tuzón». Unas negociaciones que en los últimos días «desgraciadamente no van tan bien como desaríamos», apuntaba Morera, unido a la decisión «notoria» de Tuzón de no prolongar «su compromiso profesional en la gestión» del histórico trinquet.