Cuando Waldo anunció a nuestro periódico que estaba dispuesto a jugar el Individual después de su señalada ausencia el pasado año, puso un nombre en su boca como rival a batir: Moltó, el joven pelotari de Barxeta. No se ha equivocado el campeonísimo de Oliva que esta tarde, en un abarrotado trinquet de La Llosa de Ranes, el mismo que dirige Balduino el de Simat, intentará recuperar el cetro de la especialidad después de haberlo lucido en diez ocasiones.

Nadie discute una evidencia: Waldo ha superado todos los registros de las estadísticas de las competiciones oficiales, y ha ganado, incluso por goleada, todos los registros de la memoria colectiva sobre la grandeza de los históricos de la especialidad. Waldo es un pelotari, campeón de «raspall» pero con condiciones para lucir en cualquiera de las otras modalidades de la pelota valenciana, especialmente en el frontón, en el juego internacional , en la galotxa o en Llargues. Quiso ser profesional de la Escala i Corda después de serlo del «raspall» pero las exigencias apremiaban, porque no sólo de afición vive el hombre, y el camino para enfrentarse a los primeros espadas se podía alargar demasiado.

Tenía el camino del «raspall» abierto para ser figura y no lo desaprovechó. Ha llegado a los 37 años en magnífico momento de forma, superando un verdadero rosario de lesiones con intervenciones quirúrgicas incluidas pero todos son conscientes, el primero él, que su carrera tiene un recorrido con punto final y que este año revalidar el título no será fácil. Alfonso Moltó, 24 años, es un verdadero profesional, concienciado como pocos en la necesidad de una preparación física profesionalizada y específica para la dureza del «raspall». Está preparado para iniciar une nueva era en la modalidad.

Waldo es un pelotari querido en su pueblo, donde ha recibido todos los reconocimientos, del mundo cultural y deportivo y donde incluso obtuvo su acta de concejal por las filas socialistas. Fue un decidido impulsor del flamante nuevo trinquet. Es además, una persona emprendedora y deseosa de aportar nuevas ideas a la gestión de la pilota valenciana. Impulsó el proyecto A Mà Pilota que pretendía ser una alternativa a Val Net pero centrada en el mundo del «raspall».

Fueron momentos muy duros para él pues hubo de enfrentarse a una estructura consolidada y con apoyos generalizados. Waldo reclamaba una igualdad de oportunidades para cualquier emprendedor relacionado con la pilota valenciana. Tras una durísima batalla personal aparcó las pretensiones de su proyecto para centrarse en su vida deportiva. De ahí esta vuelta por la puerta grande al Individual. Y ese deseo de agrandar si cabe la leyenda de su nombre asociado a las mejores hazañas de este deporte. Hoy puede ser un gran día en La Llosa, para el pelotari de Oliva y también para el de Barxeta; para el «raspall» y para la pilota en general.