Con buen criterio, el nuevo gobierno de la Generalitat ha esperado a que pase el Gran Premio de Comunitat Valenciana de motociclismo para decidir qué hacer con el futuro de sus gestores, cargos de confianza del anterior ejecutivo del PP. Sorprende que seis meses después de la celebración de las elecciones el equipo de Gonzalo Gobert se haya mantenido al frente. Considero que hubiera sido prácticamente un suicidio cambiar las piezas fundamentales antes de la celebración de la prueba más importante del calendario del Circuit Ricardo Tormo.
Organizar una carrera de este calibre no es tarea fácil y, aunque por primera vez en 17 años me he perdido en directo la prueba „sí, confieso„, no dudo de que la mayoría de los profesionales que trabajan en Cheste han puesto lo mejor de sí para que siguiera siendo un éxito. Y digo la mayoría porque hay personas que no trabajaron con lealtad a la función pública que les encomendó y como apuntaría el meme de Julio Iglesias, «lo saben». En todas las familias hay algún miembro al que hay que taparle las vergüenzas; en Cheste los políticos „quién si no„ repartieron algunas tareas de responsabilidad a personas cuyo único mérito era la amistad. Hubo un tiempo, incluso, que aquello se convirtió en un pequeño corral y precisó de cirugía para poner orden. Algunas personas supieron demostrar su valía, mientras otras sólo confirmaron ser poco más que un «dedazo».
El Circuit Ricardo Tormo cuenta en general con un buen grupo de profesionales. En su departamento de comunicación, en la promoción deportiva, en tareas de administración? personas que han trabajado por darle la mayor proyección posible a las actividades que se han desarrollado en el trazado de Cheste. Con sus errores y sus aciertos, pero con lealtad a la función pública. Podría citar sus nombres, pero seguramente prefieren mantenerse en un segundo plano, como siempre lo hicieron. ¡Buena suerte!
