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Off the record

Reescribiendo la historia

Reescribiendo la historia

Uno de los primeros mandamientos del oficio exige del periodista cierto distanciamiento con aquellos que protagonizan las historias de las que escribe. Como declaración de principios les adelanto que voy a pecar. Para qué engañarles. Es sencillamente imposible no desarrollar un mínimo sentimiento de empatía con el grupo humano que ayer entró en la eternidad. 21 victorias consecutivas. El récord conseguido por este Valencia Basket de Pedro Martínez tiene todavía más valor si tenemos en cuenta alguno de los condicionantes a los que ha tenido que hacer frente la plantilla desde el comienzo de la temporada. Quizá el más importante sea el de las lesiones. Sin ir más lejos, la del base referencia, Sam Van Rossom, que no volverá a las pistas hasta principios de enero. Otra ausencia muy significativa en estas semanas de vértigo „un partido cada tres/cuatro días„ ha sido la de Bojan Dubljevic, jugador franquicia y la ficha más elevada de la rotación, que se perdió más de un mes de competición por un problema en el tobillo.

Como inquilino de una instalación municipal, Valencia Basket también ha sufrido los efectos de continuas mudanzas a pabellones menos equipados que La Fonteta. Conciertos, mítines y galas falleras varias han provocado que el equipo tenga que entrenar en pistas con una sola camilla, en las que jugadores de 2,10 metros que ganan medio millón de euros tienen que tratarse con el fisioterapeuta sobre una mesa. Todo ello añadiendo la puñalada por la espalda que supuso para la entidad el anuncio de la modificación en las reglas de acceso a la Euroliga con la temporada ya en marcha. Es importante recordar que este equipo sensacional, esta máquina de competir, no tiene asegurada su presencia en la máxima competición continental ni proclamándose campeón de la Liga ACB. Demencial. Bertomeu sabrá qué hace, supongo.

Pedro Martínez, que lleva casi un mes huyendo de entrevistas para no darle pábulo al récord, es quizá el principal artífice del extraordinario comienzo de Valencia Basket. Sobre todo, porque ha sabido entender a sus jugadores. Informado puntualmente por Chechu Mulero de las carencias afectivas de la plantilla con anteriores técnicos, ha empezado el edificio por los cimientos. Les invito a escuchar alguno de los tiempos muertos del equipo. No hay gritos, manda el sosiego e incluso se toleran secuencias de diálogo, algo impensable hace unos años. La plantilla se siente respetada. Aprenden de su entrenador y defienden sus ideas convencidos de que tiene soluciones para todos los problemas que van surgiendo durante los partidos. Me fascinó el modo en el que Dubljevic, un niño con barba cuya mentalidad dispersa ha supuesto un desafío para alguno de sus entrenadores en Valencia, confesaba en una entrevista a la Cadena SER que no le importaba salir a pista desde la segunda unidad porque estaba encantado de escuchar y aprender del coach. Pero el paradigma de la mano izquierda de Pedro Martínez es Rafa. Humillado por momentos en temporadas precedentes, el entrenador le ha proporcionado un rol que le sienta como un guante. El hombre que un día se sentará a la derecha de Luengo y Fula ha respondido con un excelente rendimiento en pista. Alguien que ha llorado de impotencia al sentir que no iba a renovar con Valencia Basket „hace dos veranos estuvo más fuera que dentro durante varias semanas„merecía un alegrón mayúsculo como el que nos ocupa.

Y luego está lo que ocurre en pista. Un baloncesto delicioso, inteligente, del que es imposible no enamorarse. Una sinfonía coral en la que los grandes saben pasar y los pequeños son fundamentales a la hora de defender. Si la defensa rival se cierra en la pintura o se pone en zona, Pedro cuenta con hasta diez tiradores fiables capaces de meter un triple. Si hay que ponerse el mono de faena y morder como en Manresa o Venezia, el equipo también dispone de una versión bad boy. El objetivo principal sigue siendo campeonar en Eurocup y obviamente el récord no proporciona Copa alguna que llevarse a las vitrinas, pero estas 21 victorias ponen a La Fonteta en el mapa y refuerzan la impresión que teníamos tras el triunfo ante el Real Madrid en la jornada inaugural: Valencia Basket hizo muy bien las cosas en verano. Y ahí están, reescribiendo la historia.

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