Acarició hasta en dos ocasiones el triunfo en la Vuelta a España, sobre todo en 1998 cuando se quedó a tan solo un minuto y 23 segundos de Abraham Olano. Fue uno de esos ciclistas que marcan época, que crean afición con sus demarrajes y sus eléctricas ascensiones. Ahora, desde la barrera, se encarga de que año tras año la Vuelta gane en emoción, espectáculo y también en repercusión mediática desde su cargo como director técnico que ostenta desde hace tres años. Casado con una vecina de Alfafar, donde reside, Fernando Escartín es hoy también un asiduo del cicloturismo y comprueba en sus propias carnes la gran afición que hay a este deporte en la Comunitat Valenciana. Su aportación, unida a la voluntad y la determinación de las diputaciones, ha sido clave para que la Vuelta de 2016 se decida en estas tierras.
¿Qué han buscado en el actual recorrido de la Vuelta que tiene tanta presencia valenciana?
El valenciano Paco Giner y yo somos los directores técnicos y, orientados por los técnicos de las diputaciones, que se han implicado bastante, nos hemos dedicado a hacer el recorrido de la Vuelta intentando también promocionar las zonas turísticas.
¿Un ejemplo es la etapa de la provincia de Valencia?
Sí, en un principio estaba diseñada para que fuera por la costa, saliendo también de Requena. Pero desde la Diputación nos plantearon un recorrido que diera más relevancia a las comarcas de interior, con las zonas vitivinícolas de Requena y de la Vall d´Albaida como enlaces y acabando en una ciudad de referencia en la costa como Gandia. A nivel deportivo, será una etapa rompe piernas, sobre todo la primera parte. Los líderes estarán esperando a la crono del día siguiente y a la etapa de Aitana. Así que será la última gran oportunidad para aquellos que busquen una escapada en esta edición.
¿Es esta la Vuelta más valenciana que recuerda?
En Galicia habrá seis etapas y aquí cinco, pero tendrá mucha importancia sobre todo porque es al final. Pienso que la Vuelta siempre ha tenido buena relación con esta región. Además, la afición que hay aquí es grandísima. Yo suelo salir a las carreteras en bici y lo confirmo cada fin de semana. El año pasado, por ejemplo, las etapas de Benitatxell y de Torrevieja fueron las que más público tuvieron con diferencia. La gente decía que parecía el Tour de la gente que había. Y ahora volverá a pasar. La verdad es que la afición de aquí es única.
¿Que destacaría de las otras cuatro etapas en tierras valencianas?
La de Peñíscola será un poco de transición. Luego llegará el puerto mítico de esta Vuelta que será el inédito Mas de la Costa en Castellón. Es muy duro a pesar de tener 4 kilómetros. Fuimos a verlo y lo constatamos. Es uno de esos lugares que crean gran expectación para el público y dan mucha audiencia. Luego vendrá la de Gandia y después una intensa y complicada crono entre Xàbia y Calp. Y finalmente, la de Aitana, que para mí será la reina junto tal vez con el día del Aubisque. Se enseñará toda la costa de esa zona, que es preciosa y puede haber sorpresas en la general.
¿Ha cambiado mucho la Vuelta desde tu época?
Cuando corría yo había más crono y menos montaña, ahora es justo lo contrario y creo que me vendría mejor. Se busca hacer espectáculo, a veces hay quejas de que haya demasiadas etapas en alto. Pero es una filosofía donde manda la audiencia. Desde el punto de vista del corredor es duro, pero si la audiencia decide que esto es lo que le gusta, hay que seguir apostando por ello.
¿Ve un favorito claro?
El favorito será un escalador. Este año tenemos entre el Tour y la Vuelta los Juegos Olímpicos y puede que algún favorito no venga, pero la Vuelta está en un mes bueno (finales de agosto y septiembre), justo antes del Mundial, y siempre atrae a mucha gente de nivel. Eso sí, hasta el último momento no suelen confirmarlo.
