El Valencia Basket comenzó el pasado lunes su segunda semana limpia consecutiva de cara a preparar el partido de liga que este próximo domingo le medirá a domicilio al Montakit Fuenlabrada (12.30). Sin competición europea de por medio, el técnico, Pedro Martínez, dispone de más días, no sólo para preparar los compromisos del fin de semana, sino también para recuperar físicamente a una plantilla en la que algunos de sus jugadores andan renqueantes.

Y es que lejos de la imagen que se ve en el banquillo en cada partido con los jugadores vestidos de corto, el día a día muestra un paisaje más complejo: lesiones y problemas físicos que a veces se tratan contrarreloj y con la mayor de las precauciones.

Ahora mismo, la enfermería taronja está muy pendiente de San Emeterio, Hamilton y Dubljevic. El alero cántabro causó baja frente al Real Madrid tras no recuperarse de un bloqueo en la zona lumbar. El jugador sigue bajo algodones y ahora mismo continúa siendo duda para el choque ante el Fuenlabrada del domingo. Hamilton, por su parte, apenas ha trabajado estos últimos diez días por un dolor en el tobillo izquierdo causado por una sinovitis y que incluso le está haciendo sopesar visitar a un especialista, ya que el dolor lo acusa desde hace hace varias semanas antes de la Copa.

Mientras, Dubljevic tuvo que hacer un esfuerzo mayor ante el Real Madrid ante la falta de frescura de Hamilton y acabó el partido con muchos problemas en el tendón de Aquiles, molestias que son continuas durante todo el año, y que le han obligado a parar y bajar el ritmo de trabajo.

Precisamente para el duelo ante el Real Madrid, Diot y Sato también pasaron por diferentes problemas físicos. El abductor derecho llevó a mal traer al francés, que apenas pudo estar con su compañeros en los días previos al choque ante lo de Pablo Laso, mientras que Sato se hizo un esguince de tobillo justo en la víspera, aunque finalmente pudo vestirse de corto y jugar minutos de calidad.

Estas situaciones, sin duda, complican la planificación de trabajo de Pedro Martínez con sus jugadores, ya que difícilmente puede contar con todos al menos un día a la semana. Aunque no ha sido lo habitual, ciertas sesiones de trabajo han sido confeccionadas bajo mínimos con un quinteto básico y el resto de jugadores tratándose al margen. No es extraño, pues, el verse obligado a reforzar los entrenamientos con jugadores del filial con el ánimo de dotar de criterio y sentido al trabajo de mejora que quiere impulsar de manera diaria.

Esta tesitura, pese a todo, no ha provocado que el técnico catalán haya demandado refuerzos temporales, gesto, por cierto, muy valorado por parte del club. Tan solo la dolencia inicial de Diot, que estuvo diez semanas de baja tras lesionarse con su selección antes del Eurobasket, llevó al mercado al Valencia Basket con la incorporación de Stefansson. Problema mayor ha sido la baja de Van Rossom. El belga, destinado a ser uno de los líderes del equipo, no volverá a jugar esta temporada tras haber podido hacerlo en contadas ocasiones por una lesión en su rodilla. Pedro Martínez estima que con los doce jugadores en estado óptimo hay materia prima para competir y pelear todavía por hacer algo importante en la temporada, valorando además de manera positiva el compromiso de sus jugadores.