Los hermanos Arellanes han formado la mejor escuadra de pelota mixteca en la capital federal mexicana. Proceden de Oaxaca, la antigua Antequera, donde Hernán Cortés se reservó un palacio residencial. Viven para la difusión de un deporte ancestral, que consideran de origen prehispánico, creado por el pueblo mixteco, uno de los más rebeldes a la asimilación cultural.
Ligados a la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Tradicionales, son dignos herederos de la inmensa tarea que realizó la doctora Alida Zurita, la misma que participó en el primer encuentro latinoamericano, impulsado por la FPV de Juegos Tradicionales en Quito para firmar el 26 de marzo de 1996 el documento que creaba la Confederación Iberoamericana.
Los emigrantes oaxaqueños exportaron su juego de pelota a la capital federal. Cuando el destino de la emigración fue la California norteamericana también llevaron consigo, como cordón umbilical con su tierra de origen, las pelotas gruesas, de caucho, de 900 gramos de peso y sus guantes, de tres kilos, con las que las impulsan. Un juego durísimo, que requiere de poderosa musculatura y depurada técnica para la pegada. Las reglas son idénticas a nuestras Llargues, o a cualquiera de las modalidades de calles europeas. El «chazador» llevará la cuenta de los «quinzes» y las «ratlles» o «chazas». Ya hay encuentros internacionales entre México y California. La escuadra «Arellanes» domina esos encuentros, que ahora han llegado a Dallas.
Más de mil quinientos pelotaris mantienen viva la modalidad. El respeto que el gobierno muestra hacia todo lo autóctono, ha llevado a la pelota mixteca a ser declarada patrimonio cultural de la Ciudad de México. Se introduce en programas escolares.
Angel Arellanes se entrevistaba ayer con el presidente de la federación internacional de pelota a mano (CIJB) José Daniel Sanjuán: «Era obligada la visita a la capital que consideramos que ha sabido sintetizar todo lo que significa el juego de pelota: deporte popular ligado a las culturas autóctonas», manifestó Arellanes. La pelota mixteca desea integrarse de forma efectiva en la CIJB. Y sueña, claro que sí, en organizar algún evento internacional en una de las canchas de Monte Albán, allá donde la pelota ofrendaba a los dioses mixtecos , al sol y las estrellas, el espíritu lúdico de sus gentes.
