La ruptura en el mundo del baloncesto está más abierta que nunca. El anuncio del pasado sábado por parte de la FIBA de sancionar a la Federación Española con la exclusión de la selección nacional del próximo Eurobasket 2017 tras la adhesión de la ACB al proyecto ECA (empresa que gestiona la Euroliga) sigue acumulando episodios que han desencadenado que incluso la participación de España en las próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el próximo mes de agosto, esté en entredicho. La FIBA quiere sentar un precedente de envergadura y así tiene pensado acudir hasta el Comité Olímpico Internacional para lograr que el combinado español no participe en la cita brasileña.

La oleada de convulsiones en el deporte de la canasta no han parado de producirse y así que mientras países como Rusia, Grecia, Italia o Lituania han amenazado con sancionar a los clubes disidentes por haberse alineado con la Euroliga incluso expulsándolos de sus ligas domésticas, otros como Eslovenia o España pretenden mantener el pulso con la FIBA.

La ACB remitió un ayer un escrito a la Federación española de baloncesto y a la propia FIBA exigiendo sobre todo la justificación de la sanción a España que ya viene desencaminada desde 2015. Ese año la FIBA remitió una carta a la ACB informándole de la intención de crear una Champions League donde ocho clubes, entre ellos Barcelona y Real Madrid, formarían parte de la misma de manera indefinida atendiendo a criterios deportivos y comerciales. Esa competición no iba a estar abierta a ningún club español más ni incluso ganando la liga. Es precisamente este último punto el que deja en mal lugar a la FIBA, que se ha escudado en los últimos meses en defender la clasificación deportiva como su caballo de batalla cuando su planteamiento inicial era idéntico al que ahora critica de la Euroliga.

En el seno del Valencia Basket se están viviendo todas estas situaciones con perplejidad, pero al mismo tiempo inquietud y preocupación. El conjunto taronja, tras la Asamblea de la ACB del pasado 4 de abril, había encontrado por fin de manera clara la puerta para volver a la Euroliga dependiendo ésta de su clasificación en la ACB. No hay que obviar que la otra vía era la de ganar la Eurocup. Al ser ésta ahora el central argumental de la sanción por parte de la FIBA, que curiosamente sí respeta los contratos de los once clubes Euroliga, el club valenciano espera que un posible cambio de rumbo pueda modificar el proyecto y su horizonte europeo que ineludiblemente pasa por estar entre la elite de Europa. Hecho fundamental para poder contar con jugadores de nivel, consolidar la masa social y ganar más peso continental.

A nivel particular, no jugar los Juegos Olímpicos sería también una decepción grande para los jugadores «taronja» San Emeterio o Guillem Vives, que cuentan con opciones serias de poder formar parte de la selección española. Ambos jugadores lógicamente están preocupados por el hecho de que se pueda poner en riesgo la participación en un torneo tan atractivo como son los Juegos, donde España acudirá como vigente campeona de Europa.

Lejos de llegar a un acuerdo, el Tibunal de Arbitraje del Deporte (TAD), en Suiza, podrá ser la solución de momento a esta situación si finalmente suspende de manera cautelar una sanción que está haciendo un daño irreversible al baloncesto.

Sikma se reencuentra con el Tenerife

El partido de este próximo domingo a las 19:30 horas entre el Valencia Basket y el Iberostar Tenerife, será especial para Luke Sikma. El jugador militó en el conjunto insular la pasada temporada.

Para el norteamericano, el objetivo del domingo pasa por volver a ganar en la Fonteta, tras las últimas dos derrotas como local ante el Estudiantes y Sevilla: «Siempre quieres volver a ganar en casa. Nosotros tenemos que jugar nuestro baloncesto y saber que van a haber momentos difíciles en cada partido. Debemos mantener la tranquilidad durante esos momentos y seguir jugando como equipo durante los 40 minutos», explicó.

Sobre su ex equipo, Sikma afirmó que «no me ha sorprendido la progresión del Iberostar Tenerife, conociéndoles sé el talento y el nivel que tienen en la plantilla y en el club en general. No me sorprende nada que ahora estén peleando por estar en el playoff», reconoció.