Al tiempo que se juegan las competiciones oficiales de los clubes de pilota en sus distintas modalidades, muchas de las cuales ya encaran su recta final, crecen otras iniciativas surgidas en estas entidades repartidas por toda la geografía valenciana. Encontramos una gran cantidad de torneos de ámbito local con amplia y abierta participación, bien estructurados, y convenientemente publicitados.
Es el caso, por ejemplo, del club de Massamagrell , su minitrinquete y su competición abierta: «Nít màgiques» que ayuda a cultivar la ilusión por acercarse a este deporte. Se presentó el pasado lunes en un digno marco y con la presencia de una buena cantidad de jugadores, muchos de los cuales han sido profesionales de renombre, que participan en parejas con jugadores de niveles diferentes. Una experiencia atractiva enfocada a disfrutar de este deporte en un marco de camaradería y sano deporte. Más de treinta pelotaris organizados en 16 parejas comienzan a competir el próximo viernes por la noche.
Junto al prestigioso club de Massamagrell, capaz de organizar mundiales y abiertos internacionales de One Wall en la instalación más hermosa construida para la modalidad más extendida en los cinco continentes, otros clubes como el de Picanya abre sus puertas a nuevas experiencias competitivas en la modalidad de Galotxa; o el club de Parcent y su campeonato de Pilota Grossa.
Obligada cita merece el club de El Puig metido de lleno en un campeonato de frontón con las cuatro mejores parejas de la especialidad que competirán con atractivos premios hasta el viernes 10 de junio. Son unos pocos ejemplos de todo lo que en estos momentos se cuece por muchas comarcas. Es decir, la pilota valenciana en sus distintas modalidades goza de una indiscutible vitalidad. Es la vida que alimentan desinteresadamente decenas, cientos de aficionados y dirigentes cargados de ilusión y que sin embargo rara vez reciben las atenciones que merecen, ni mediática ni económicamente. Si nos paramos a pensar la rentabilidad y el efecto multiplicador que tendría una ayuda decidida a las competiciones y al mundo de los clubes comprenderíamos la necesidad de reivindicar sus ilusiones como lo más hermoso de este deporte.
