El atleta discapacitado visual valenciano David Casinos ha dado a España su undécima medalla en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro tras conquistar el bronce ayer en el lanzamiento de disco de la clase F11.

De este modo, el atleta de Moncada no ha podido ganar un oro en sus quintos Juegos consecutivos, tras los tres de peso de 2000 a 2008 y el de disco en 2012, pero ha sumado un nuevo metal a su gran palmarés.

En la final, Casinos consiguió una mejor marca de 38.58, conseguido en su segundo intento y mejor registro del año personal, pero lejos del oro del brasileño Alessandro Rodrigo Silva (43.06) y de la plata del italiano Oney Tapia (40.89).

Con anterioridad, Ariadna Edo, nadadora castellonense con discapacidad visual, logró también una medalla de bronce en los 400 metros estilo libre, clase S13, al imponerse por solo ocho centésimas a la cuarta clasificada, la alemana Naomi Maike Schnittger.

Edo, que fue durante todos los parciales de la prueba fuera de las medallas alternando la cuarta y la quinta posición, en los últimos cincuenta metros logró adelantar a Schnittger para parar el cronómetro en 4:43.49.

El oro de la prueba, con récord mundial incluido, fue para la estadounidense Rebeca Meyers (4:19.59), seguida de la ucraniana Anna Stetsenko, que se colgó la plata. La nadadora castellonense, de 18 años, culmina con este bronce en los Juegos un año en el que también logró colgarse el mismo metal en el Campeonato de Europa disputado en Funchal (Portugal).

La vida de Héctor Álvarez (25/06/1988, Museros) cambió bruscamente a los 17 años. En aquel momento, un grave accidente con su motocicleta supuso un antes y un después. Un punto de inflexión. Hace ahora 10 años, Héctor empezó un nuevo camino. Perdió la movilidad del brazo izquierdo. Y le dijeron que muy posiblemente no podría volver a andar. Pero después de múltiples operaciones, hasta 12, y de unos primeros ejercicios de rehabilitación en la piscina, el deportista FER pudo caminar de nuevo y recuperar algo de flexibilidad en su brazo. Lo más importante, seguir siendo autosuficiente, lo había conseguido.

Jugador de baloncesto hasta el momento del percance, Héctor Álvarez, un apasionado del deporte y de su práctica, debía decidir cuál era la especialidad por la que optaba para rehacer por completo su vida. Y escogió la vela. «Hace unos años, apenas tenía nociones de esta disciplina deportiva. Y tampoco me suscitaba un interés especial. Pero probé y me gustó. Tiene un componente físico, pero también táctico. Es como jugar una partida de ajedrez sobre el mar», comenta el deportista FER para explicar su elección. Con el paso del tiempo, lo que empezó siendo una actividad lúdica o una simple afición, se convirtió en una pasión. «Empecé a competir, me atrapó este mundo y fíjate, ahora voy a participar en unos Juegos Paralímpicos», cuenta ilusionado, Héctor Álvarez.

El deportista FER arranca su concurso en Río 2016 este martes. Lo hará en la clase sónar, una de las tres especialidades que conforman la vela paralímpica. La modalidad sónar consiste en una embarcación con tres componentes. A Héctor lo acompañan otro valenciano, Manuel Gimeno, deportista invidente, y un catalán, Paco Llobet, que sufre las secuelas de una polio.