¿Árbitro o árbitra?
Árbitra.
¿Hay machismo en el fútbol?
Sí, demasiado. Y fastidia mucho porque no tiene pinta de cambiar rápidamente. Pero el problema principal no es el machismo, es la falta de respeto general hacia los árbitros. Me molesta que existan los insultos, pero no me afecta. He aprendido a aislarme. Lo mejor es pasar del tema y que esa persona se dé cuenta del paso atrás que está dando.
¿Qué cosas oye en los campos?
He oído cosas como «¡rubia», «vete a fregar»!, «¡mira que está buena la linier!». Es redundante, siempre lo mismo. Pero ten en cuenta que a los árbitros se les insulta con las mismas frases. Si fuese hombre, pues me dirían otras cosas. Ahora estoy tan metida en el partido que no me entero de más. Pero luego viene mi madre y me dice, «¡madre mía lo que te han dicho!».
¿Recuerda su primer partido?
Por supuesto. Fue un partido benjamín. Estaba nerviosa por la responsabilidad. Los padres no saben que es tu primer partido. Me llamó mucho la atención que, de repente, me llegó un comentario de ´¡vete a fregar!´... de boca de una mujer. Me dije: «A ver, ¿esto es real?» ¿Me lo ha dicho una mujer? Está claro que para arbitrar tienes que tener mucha pasión. Si no, estás perdida.
¿De dónde viene su pasión?
Mi vida ha estado rodeada siempre de fútbol. Mi padre es entrenador, mi hermano ha sido jugador y ahora es árbitro. Yo también jugué un año, pero, como no tenía ficha, no podía entrenar. Como quería estar en el fútbol, mi padre me dijo que habían salido unas plazas para arbitrar. Yo ni sabía que se podía acceder a eso. Me puse a entrenar y entré. Ahora llevo 3 años.
¿Los padres son el mayor peligro en el fútbol 8?
En general, no hay problemas. pero algunos se creen que sus hijos están jugando la Champions. Hay padres que reflejan su frustración en los hijos y eso acaba afectando a todos en el campo, incluido al árbitro. Sea como sea, en el partido se va a hacer lo que yo diga.
Pues cuentan que usted es una árbitra muy dialogante.
Eso depende del partido (sonríe). Si ves que puedes controlarlo con diálogo, no hacen falta las tarjetas, a no ser que sea muy evidente. Con un «vamos a calmarnos, chicos» muchas veces no es suficiente. Hay que ser flexible, porque todo depende del partido, del momento. Si notas que se está complicando, sacas amarillas. En cuanto sacas la tarjeta, el trato con el árbitro cambia completamente. Eso es así. De lo que me he dado cuenta es de que los chicos respetan más a las árbitras que a los árbitros. Me he sentido más respetada en un partido masculino que cuando he visto a un compañero. Es por el género. Con nosotras hay más distancia y menos colegueo.
¿Cómo se define con el silbato?
Yo no tengo tanta relación con los jugadores. Mantengo la distancia, siempre incluso con los chiquillos. Me digo: «El entrenador se ocupa de él, yo estoy para pitar.». Y con los mayores, me adapto a la situación. Pero no meto gritos ni echo broncas a los jugadores. La clave es adaptarte al partido. Hay días que toca ser estricto.
En Regional, ¿quién se lo pone más difícil, los chicos o las chicas?
No es que sea más fácil con unos que con otros, es distinto. Las chicas suelen protestar mucho más.
Pues parece que en el femenino hay menos contacto.
No creas, es al revés. En el fútbol de hombres hay más velocidad y más físico, pero en el femenino hay más contacto.
¿Es mejor árbitro el que ha jugado antes al fútbol?
Sí, porque tienes un criterio distinto. Entender de fútbol te hace comprender mejor muchas situaciones.
Su padre, que fue el que le enseñó el camino, ¿le da consejos?
Siempre me apoya. Me comenta jugadas y me aconseja, me ayuda a mejorar. Por ejemplo, me dice que si en un córner o en una falta debería haberme colocado mejor allí o aquí. Él sabe muchas jugadas y me ayuda a corregirme. Una acción que descoloca es el libre directo, cuando toda la defensa se adelanta. Estás sola y es difícil ver el fuera de juego.
¿Cómo valora el nivel del arbitraje español en Primera División masculina?
Si han llegado ahí es porque les ha costado muchisimo y porque son muy buenos. Yo entreno con compañeros de Segunda B y el nivel de entrenamiento es increíble. Están muy preparados.
