Las Fallas de 2017 ya han entrado en la historia de la pelota valenciana. En Pelayo se ha disputado el primer gran torneo femenino con tres llenos prácticamente absolutos y con cuatro tríos de jóvenes pelotaris que han elevado a la categoría de normal el deporte de la pilota femenina. Ese es el mejor premio, la mejor recompensa y el mayor reconocimiento que pueda hacerse a estas chicas. Por eso, la final de ayer entra a formar parte de la galería de los mejores momentos en la historia de este deporte.

Seis jóvenes llegadas desde pueblos que cultivan el amor a este deporte y que se entregaron a la causa de esa normalización. Seguramente cada una de ellas ya ha cumplido su sueño de jugar en las mismas losas que lo hicieron el Nel, Simat, Quart, Lliria, Juliet, Mora, Rovellet, Eusebio, El Xatet, Gat, Genovés, Álvaro, Grau, Sarasol II ?¿ cuántos trinquetes necesitaríamos para hacer justicia metiendo retratos de los grandes de la historia?

Seguramente, a pesar de su buena voluntad, el tiempo ha demostrado que no fue muy buena idea la de seleccionar a unos, porque siempre se cometen injusticias con los otros u otras.

Lo sustantivo, lo grandioso es lo que ayer se presenció en Pelayo: la normalidad de ver jugar a chicas con la pilota de vaqueta.

El gran momento de Mar

¿El triunfo? Eso ya entra en el terreno de las estadísticas, a la que algunos son tan aficionados. Triunfaron todas, aunque el marcador final hubiera de marcar una ganadoras, que fueron: Mar de Bicorp, Míriam y Fanni al llegar a los 25 tantos mientras sus rivales Ana de Beniparrell, Mónica y Marta se quedaron en 20.

Pelayo se llenó hasta los topes para comprobar el sublime estado de forma de una Mar, que no solo la número uno valenciana sino también europea. La proyección de la joven de Bicorp es imparable como se pudo demostrar ayer en la catedral de la pilota.

Eso sí, la partida de ayer resultóemocioante y muy reñida hasta el último quinze. En definitiva, un gran espectáculo que agradó a todos.