¿Por qué decidió no seguir en Moto3?
Es una cuestión de motivación. Han sido solo dos años en Moto3, pero llevaba desde 2012 en el Campeonato de España de la misma categoría. El año pasado, mientras luchaba por el título Moto3, ya había tomado la decisión y me veía preparado para esta categoría. Y una vez tomada una decisión, creo que hay que mantenerse firme y creer. Con la Moto3 ya aprendí mucho y estaba convencido de que mi carrera ya me pedía un salto de categoría, algo que quería hacer en un entorno grande. La condición esencial era un gran equipo, y cuando me plantearon la opción de unirme al Gresini, lo tuve muy claro.
¿Cómo ha sido la transición a Moto2?
Pesa el doble o casi que una Moto3, pasamos de 80 a casi 140 kilos. La potencia es muy superior, pero sobre todo cambia muchísimo a nivel de inercia, ya que exige más precisión en el pilotaje. Dominar una Moto3 era algo bastante más fácil de manejar, pero creo que la Moto2 se adapta mejor a mi estilo de pilotaje y también a mi físico. Tengo talla para estar aquí. En Moto 3, la moto se me quedaba pequeña.
¿Con qué objetivo se dará por satisfecho a final de temporada?
La idea es progresar, ganar experiencia, sumar puntos y disfrutar encima de la moto. Si todo eso se cumple, no puedo decir si estaré en el top5 o en el top10, pero seguro que estaré bien posicionado.
Sus tiempos han sido notables en pretemporada. En Catar, el domingo, ¿le veremos delante?
Habrá que ir con calma, trabajar bien para la carrera durante todo el fin de semana. Llegaré con muchas ganas, como todos los demás, pero tengo que ser realista: será mi primera carrera y no será un paseo. Está claro que todo piloto aspira a lo máximo y si todo va bien, puedo estar entre los primeros.
Casi todos dan a Álex Márquez como favorito. ¿Qué opina?
Hay varios favoritos, pero Álex es campeón del mundo de Moto3 y el año pasado cogió experiencia en la categoría. Le conozco bien. Con él coincidía casi siempre en el desayuno y aprovechaba para comentarme pequeños trucos para aplicar en los circuitos y me son siempre muy útiles.
¿Qué desea con todas sus fuerzas?
Ser campeón del mundo.
¿Qué es lo que más le gusta de ser piloto?
Cuando todo va bien, disfruto mucho encima de la moto. Lo mejor, los podios y las victorias, y saber que siempre pueden llegar. Eso compensa los momentos no tan buenos. Se trata de esperar para encontrar ese momento de satisfacción.
¿Qué desprecia de su vida de piloto?
El otro lado de la moneda. Cuando todo va bien todo el mundo está contigo, pero cuando las cosas fallan es cuando uno se da cuenta realmente de quién está a tu lado. Es entonces cuando valoras quién merece realmente la pena.
¿A qué no le tiene miedo?
No me preocupan los malos momentos. Siempre sé encontrar la parte positiva a lo negativo. Lucho por salir adelante y al final llega. Me gustan mucho los retos. Por ejemplo, cuando sufrí la última lesión y vi que no era algo más grave, me vine arriba y saqué fuerzas no sé de dónde.
¿A qué dedica el tiempo libre?
A salir en bici de montaña, a ir con los amigos, a ver cine... Me gustan las típicas comedias en las que no paras de reírte. La verdad es que la risoterapia me va muy bien.
