«Estamos criando monstruos en los campos de fútbol cada fin de semana. O hacemos algo ya o esto se nos va de las manos». Así de contundente se mostraba ayer Luis Carrasco, el director deportivo del CD Segorbe y encargado de denunciar lo sucedido el pasado miércoles en el partido de juveniles de Primera Regional entre el CD Onda B y el CD Segorbe.

Tal como recoge el acta arbitral del encuentro, en el minuto 71 del partidos, «un sector del público se dirigió al jugador visitante con dorsal número 11, Ahmed Azzia, en los siguientes términos: «Moro de mierda». De hecho, Azzia, de 18 años de edad y autor de los dos goles de su equipo, fue sancionado con una tarjeta amarilla por encararse al público del estadio debido a esos insultos racistas, tal como revelaba ayer el diario Superdeporte.

Al finalizar el encuentro, el director deportivo del CD Segorbe emitió un mensaje lamentando los insultos a su futbolista y alertando de los episodios de odio y violencia que se están extendiendo en el fútbol regional.

Por otra parte, Carrasco trató de exculpar a los directivos del CD Onda, a quien agradeció sus disculpas por lo acontecido en el estadio. «Aceptamos adelantar el partido porque los chavales del Onda tenían un viaje a Roma. Ellos no tienen culpa de nada, no puedes evitar que alguien entre y empiece a insultar. Esto pasa en todos los campos. Cada fin de semana hay broncas, chavales con la cabeza abierta, peleas entre padres... Hay que echar fuera del fútbol a esta gente. No pueden estar en la sociedad. No podemos estar impartiendo valores positivos a los niños y a la gente joven para que luego vayan a un campo de fútbol y vean lo que pasa», denuncia el directivo del CD Segorbe. En este sentido, resalta que la única solución pasa por que el árbitro pare el partido cada vez que haya insultos en la grada, se identifique al culpable y se le eche del recinto deportivo.

«Intentaremos identificarlo»

Por su parte, desde el CD Onda el director deportivo Quique Villamón prefería no echar más leña al fuego, aunque sí reconoció que desde el club castellonense se está tratando de identificar al autor de los insultos racistas para que no vuelva a entrar al campo. «Esto sucede en todos los estadios y nos ha tocado a nosotros. Tenemos una psicóloga que trabaja en el club para evitar este tipo de situaciones en los jugadores, pero ¿cómo se impide que alguien empiece a decir cosas en la grada?», se pregunta Villamón.