La càtedra de Pelayo está considerada como la más sabia del planeta de nuestro deporte. Conoce el estado de forma de cada pelotari con un seguimiento diario; escucha las opiniones y los mensajes que llegan desde los trinquetes de provincias; siempre tiene en alta consideración a los mestres, frente a los novilleros y suele por ello ser generosa dando ventaja a estos últimos. Ayer, al poco de comenzar cualquier podía apostar a favor del trío azul, es decir de Santi de Silla, Santi de Finestrat y Nacho de Beniparrell y ganar la apuesta con llegar a los cincuenta tantos. O sea, prenent de deu.

Y todo parecía en orden cuando la pareja de Soro III y Javi ganó tres juegos seguidos: 30 a 15. Andaba Santi el de Finestrat más errático de la cuenta mientras en la pareja todo salía a la perfección. Pero hete aquí que sin saber muy bien las razones, la pareja comenzó a flaquear casi al mismo tiempo que el trío consolidaba su recuperación. Veíamos a Nacho ejecutar los golpes que cualquier paladar fino, cada vez más escasos, por cierto, gusta de saborear. El de Beniparrell jugaba siempre con criterio, con golpes perfectamente ejecutados, entrando cuando toca, buscando la careta, tallant de corda con milimétrica precisión, disfrutando y haciendo disfrutar. Santi de Silla se agigantaba en los rebotes, con la zurda, con la derecha, y con templada seguridad. Y Santi de Finestrat tranquilizó sus ansiedades y comenzó a funcionar. Y entonces pudo comprobarse que un trío a esos niveles exige una resistencia que la pareja no pudo contrarrestar. Y la càtedra comenzó, una vez más, a lamentarse de sus predicciones. El trío acaba con la imbatibilidad de la pareja y pone medio pie en la final.

Hoy, la otra semifinal

Las semifinales continúan hoy a partir de las 11,30 h en el trinquet de Guadassuar con el duelo que medirá al trío de Genovés II, Dani y Carlos al de Pere Roc, Félix y Monrabal, sin pronóstico definido por la igualdad de los contendientes.