P ¿Satisfecho con la temporada?
R Muy satisfecho, porque se han cumplido todos los objetivos. Éramos el favorito número uno al descenso por la estructura y el presupuesto del club, pero el equipo ha ido creciendo y a falta de siete jornadas llegó la permanencia.
P Y se ganó la Copa Federación...
R No era un objetivo prioritario al principio, pero conforme fuimos pasando eliminatorias pasó a ser una ilusión. Más allá del premio económico, que es muy importante para un club de este nivel, se generó mucha ilusión. Fue el partido más importante de la historia del club y todo salió redondo.
P ¿Se imaginaba algo así?
R El Atlético Saguntino nos está ayudando a crecer a todos. Unos tiramos de otros y eso nos da fuerza para continuar. La sensación es que la gente que te rodea se ha acostumbrado a ganar y puede competir contra cualquiera. Es lo que se respira en este vestuario y esa es la fuerza de estos jugadores. Para el club estos dos últimos años han sido muy bonitos. Nos lo dice la directiva, los aficionados... La gente mayor que ha seguido mucho tiempo al At. Saguntino nos da las gracias porque valoran lo que está pasando. Hay mucho orgullo en la afición.
P ¿La gente se identifica con el equipo?
R Hay clubes históricos como el Recreativo de Huelva, el Murcia, el Extremadura que llenan el campo cuando juegan en casa, con más de 10.000 personas. La gente está volviendo al fútbol regional de su pueblo, el de casa. En Sagunt tenemos una afición brutal, el problema son las instalaciones. En la Copa no cabía un alfiler. El grupo de animación Frente Romano eran 50 y ahora son 300. La gente está despertando. Hemos pasado un ciclo. Primero sólo se veían dos partidos por la tele y la gente no tenía más remedio que ver al equipo de su pueblo. Luego se pasó a poder verlo todo desde casa. Ahora la gente se ha saturado y necesita volver a sentir el fútbol, el ambiente de un partido en el campo.
P ¿Se nota el cambio de Tercera?
R He pasado por varias categorías y el cambio más grande es este. El paso a Segunda B es el paso del fútbol amateur al fútbol profesional. Hay que dedicar más tiempo, el club intenta ofrecer más medios, y además la Federación permite usar un programa para seguir a todos los jugadores de la categoría. Se pasa de un mundo en el que nos conocemos todos a un mercado muy amplio, nacional e internacional.
P ¿Ahora toca la consolidación?
R El club se ha dado cuenta de que ha de mejorar estructuras para competir en Segunda B. Con las mismas condiciones de este año es difícil competir. Que los resultados deportivos hayan acompañado no quiere decir que estemos en la línea correcta. El club ha de poner una estructura para decidir dónde va.
P Usted es un especialista en ascensos, ¿cuál es el secreto?
R Ascendí de Primera Regional a Preferente con la Pobla de Farnals; de Preferente a Tercera con el Cullera y de Tercera a Segunda B con el At. Saguntino. También ascendí el cadete de l’Alcúdia a Autonómica. He ascendido en todas las categorías que he entrenado, aunque no en todos los equipos. Todo depende del momento en el que llegas y de las posibilidades del club. También creo que detrás del éxito hay mucho trabajo y gente que está predestinada a conseguir las cosas.
P ¿En el fútbol hay algo más?
R En la vida hay algo más. Algo que te ayuda. Cada uno lo puede llamar como quiera, pero creo que hay algo más que lo necesitas en momentos puntuales. Siempre detrás de mucho trabajo y esfuerzo. En el fútbol la línea es muy fina: el balón da en el palo y entra, o se sale.
P ¿La Segunda B está tan mal económicamente como parece?
R Está mejorando. La AFE está haciendo mucho por los futbolistas. El Gobierno y los ayuntamientos están fiscalizando el dinero de los clubes. Se están haciendo mejor las cosas para que el dinero no desaparezca. En nuestro caso la directiva tiene claro que lo primero es pagar a los trabajadores para competir. Estamos al día de todo. Veo que hay clubes que invierten mucho y en cuanto la crisis pase el dinero volverá al fútbol.
P ¿El fútbol tiene un problema con las apuestas y los amaños?
R Prefiero no pensarlo. Si fuera una tónica habitual no entrenaría. Hay un momento en el que el fútbol deja de ser un deporte y es tu profesión. Cuando te juegas el pan de tu familia quieres que todo vaya bien y que nada entorpezca. Puede haber problemas puntuales, aislados, y hay que erradicarlos con medidas drásticas. Todos tenemos la posibilidad de atracar un banco, pero sabemos a lo que nos arriesgamos. Muchos nos son conscientes de que pueden ir a la cárcel. Cuando suceda eso la gente reflexionará.
