La nadadora valenciana Merche Peris (Paiporta, 1985), mejor espaldista española en los 50 metros y campeona de Europa, vive con tristeza la situación de la Federación de Natación de la Comunidad Valenciana (FNCV y el declive de este deporte, en general en su tierra. «Me parece muy triste, me da mucha pena porque es mi federación», dijo ayer. La FNCV funciona con una junta gestora desde el pasado sábado, el día que el hasta entonces presidente, Juan Pedro Rodríguez, presentó la dimisión.
Merche Peris es una de las nadadoras que emigró a Cataluña, en su caso fichada por el CN Sabadell. Desconectó de la federación valenciana en 2008, pero es consciente de la situación de inestabilidad general que vive su deporte en la Comunitat, donde el bajón competitivo en los últimos años es evidente. Sólo hay una nadadora internacional, la ilicitiana Rocío González-Espresati, y hay descontento con el funcionamiento del Centro de Tecnificación de la Petxina, donde 7 de los 13 becados han abandonado su plaza esta temporada. «A pie de piscina he oído cosas, como que no estaban contentos con su rendimiento», asegura Peris en relación al empeoramiento de las marcas en las categorías júnior.
La emigración de nadadores a Cataluña es un hecho absolutamente lógico, según la nadadora paiportina. «Se van a sus clubes porque la natación española, no sólo la valenciana, está de capa caída. En Cataluña hay más nivel. En el resto de España, incluida la Comunitat Valenciana, está más complicado», explica la olímpica en Pekín 2008.
A Merche Peris le preocupa, especialmente, la situación de la cantera. Sabe muy bien la necesidad de contar con una estructura fuerte para llegar hasta la élite. Las categorías alevines e infantiles entrenan en el Centro de Especialización de Cheste. En la Petxina, de infantiles hacia arriba. «Me sabe muy mal por los de la natación base. Espero que todos ellos, que tienen un sueño, lo vivan como yo. Es preocupante que se encuentren en esta situación y que ahora la federación se quede sin presidente. Es preocupante porque la estabilidad es necesaria en una federación. Los niños y jóvenes merecen que haya un proyecto en el que creer», afirma la valenciana. «A mí, si alguien me pide ayuda, estoy aquí para ofrecerme. Quiero que la natación valenciana esté en lo más alto», asegura.
A la dimisión del presidente de la FNCV, el sábado, se unió la de Manuel Lacomba, que actuaba como vocal federativo, pero ha ejercido de factótum de la natación valenciana en las dos últimas décadas.
Conformismo general
De los 55 asambleístas que pertenecen a la federación, sólo 18 asistieron el pasado sábado a la Asamblea Extraordinaria en la Juan Pedro Rodríguez presentó su dimisión. Un síntoma del conformismo general de clubes y nadadores con la situación.
